El Motociclismo es un deporte “dominado” por los hombres, pero no obviado por las mujeres. Son varias las ingenieras, técnicas y periodistas que representan el género femenino en el paddock, pero sólo una piloto la que lo hace en el asfalto: María Herrera.
María es una de las grandes deportistas de nuestro país, una de tantísimas que tenemos. Fue la primera piloto en ganar una carrera del FIM CEV Repsol en 2013, en el Circuito Motorland Aragón. A partir de entonces, fue invitada a varios grandes premios españoles durante las temporadas de 2013 y 2014 en condición de Wild Card. Finalmente, en 2015, el Team Calvo le dio su gran oportunidad: debutar en el campeonato de motociclismo como piloto oficial. A lomos de su Husqvarna, María consiguió el 11º lugar en el gran premio de Francia y en el de Australia. Esa temporada, la toledana acabó clasificándose en el 29º puesto de la clasificación definitiva de la categoría de Moto3, dos posiciones por encima de la que conseguiría la temporada siguiente.
MH6 y AGR Team
La pasada temporada, no empezó bien. A menos de un mes para que se apagaran los semáforos del Gran Premio de Qatar, el equipo Laglisse, escudería con la que iba a participar en el campeonato, le anunciaba que, por motivos presupuestarios, no se iba a formar el equipo.
Así que, sin comerlo ni beberlo y a pocas semanas de volver al asfalto, María pasaba de tener todo bajo control a ni siquiera tener una moto con la que competir. Gracias al trabajo incansable de su padre, Antonio Herrera, y con la ayuda de pilotos y amigos, la española conseguía participar este curso con el MH6 Team. Como si de un milagro se tratase, en el circuito de Motorland, el popular cocinero Karlos Argiñano, se ofreció a ayudarla económicamente y a buscarle patrocinadores a final de temporada. Hecho que cumplió en las últimas cinco carreras del curso.
A falta de seis citas para que acabara el año en el Gran Premio de Valencia, la de Oropesa sabía con seguridad que su presencia en las parrillas de 2017 estaba asegurada. Además de contar con la posibilidad de seguir en el equipo que su padre había logrado montar para ella, María recibió varias ofertas de otras escuderías. Entre ellas, la de Aspar.
Pero finalmente, el 9 de noviembre, la propia piloto hacía público a través de Twitter su fichaje con el Argiñano y Ginés Racing Team. A partir del 26 de marzo, el AGR Team contará con una piloto – María Herrera – en Moto3 y un piloto en Moto2, el colombiano Yonny Hernández.
Temporada 2016
María Herrera ha concluido este curso en el 31º puesto de la clasificación de Moto3. Sus mejores resultados los consiguió en el Gran Premio de Argentina, en el de los Países Bajos y en el de Austria con un 14º puesto en todos ellos.
En el circuito de Sepang, María tuvo la oportunidad de conseguir su mejor posición desde que diera el paso al Campeonato de Motociclismo allá por el 2013, pero un desafortunado accidente acabó con ella de camino al hospital por seguridad. La piloto llegó a rodar en 7º posición, 4 puestos por encima del mejor resultado que ha conseguido hasta ahora, en Francia y Australia 2015.
Este incidente le impidió acabar la temporada subida a la moto, ya que la fractura de la clavícula derecha la mantuvo lejos del asfalto de Cheste. Ésta fue la segunda lesión del año de Herrera, ya se había perdido el Gran Premio de Alemania por fracturarse la muñeca en los entrenamientos de esa misma cita.
Valentía, trabajo y perseverancia
Durante esta pasada temporada, María ha tenido demasiados quebraderos de cabeza técnicos y administrativos. Pese a las dificultades que esto le ha supuesto, ella nunca ha dejado de luchar por un sueño. Además del trabajo, y a las horas echadas, la suerte es un factor que la ha ayudado mucho en esta última fase de temporada. Una suerte que tiene nombre y apellido: Karlos Argiñano.
Pese a que el esfuerzo del equipo MH6, el del cocinero y el de la piloto hayan conseguido escribir un final feliz a esta historia, la cantinela sigue siendo la misma: las dificultades que continúan teniendo las pilotos en este “mundo de hombres”, un mundo que seguirá siendo así hasta que las mujeres empiecen a recibir más apoyo.
Hasta entonces, ellas seguirán con la misma actitud de trabajo y superación. Ellas seguirán luchando por su sueño.