Valentino Rossi está en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. En cuanto a estado de forma, quizás, en el mejor. Ha tenido que reinventarse en los últimos tiempos para habituarse a un Mundial de cada vez mayor exigencia física, más aún cuando pelea contra pilotos de una generación posterior -Lorenzo- o incluso dos -Márquez-. Desde que a finales de 2013 decidiese cortar su relación profesional con Jeremy Burgess, la progresión de Rossi ha sido meteórica, hasta el punto de rozar la gesta de ganar el título en 2015 y convertirse en el piloto más veterano en ganar un Mundial en mucho tiempo. 

Sin embargo, la ecuación no es exacta y para llevar este estado de forma espectacular a la faceta del resultadismo hacen falta pequeños brotes de fortuna. Aquella de la que dispuso, prácticamente a su antojo, durante toda la temporada 2015. Rossi era más lento que Lorenzo y Márquez en cada Gran Premio, pero aún así, por errores de sus rivales, por la aparición de la lluvia, y, evidentemente, por actuaciones soberbias del '46', se mantuvo al frente de la clasificación hasta la última carrera, cuando sucumbió ante Lorenzo en Valencia.

Un año después, la situación para el genio de Tavullia es muy distinta. Su velocidad se ha aumentado, hasta el punto de haber hecho dos 'poles' en la primera parte del año y haber sido tan o más competitivo que sus dos rivales en casi todos los fines de semana de carreras. Sin embargo, las caídas, una inoportuna rotura de motor y algunas malas decisiones en carreras en las que la lluvia apareció le han complicado, y de qué manera, su misión de ganar el Mundial en 2016.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Tras las primeras nueve carreras, el italiano suma 111 puntos, lo que vienen a ser 68 menos que el año pasado a estas alturas y con las mismas carreras disputadas. Si en 2015 acumulaba un meritorio pleno de podios tras el Gran Premio de Alemania, en 2016 no alcanza ni el 50% de efectividad de estar en el top-3. A sus dos victorias en territorio español -Jerez y Barcelona-, hay que sumar un par de segundos puestos, en Argentina y en Francia. Por lo demás, un cuarto puesto en Qatar, un octavo en Alemania y hasta tres 'ceros' -caída en Estados Unidos, rotura de motor en Italia y caída en Holanda-.

Tan fuerte como Márquez y Lorenzo

La muestra más evidente de que Rossi está mejor que en 2015 es que sus dos victorias son en carreras 'estándar' y batiendo a sus rivales de tú a tú: barrió a Lorenzo en Jerez y pudo con Márquez en Barcelona. El año pasado, de las cuatro que ganó, sólo una, la de Assen, fue en condiciones normales. En el resto, o la lluvia, o los errores ajenos, o los neumáticos, jugaron un papel especial para que Rossi ganara. A estos dos triunfos se podría añadir un tercero, el de Mugello, que iba en camino de no haber roto el motor de su M1 a mitad de carrera.

Foto: valentinorossi.com

Es evidente que la suerte está dando la espalda a Valentino en 2016. Hasta en cuatro de las nueve carreras disputadas, la fortuna ha jugado un papel importante en el resultado del italiano. En Argentina, la decisión de Dirección de Carrera de introducir una parada en boxes obligatoria lastró las opciones de Rossi ante Márquez. El '46' tenía un mejor ritmo que el catalán, pero la mayor capacidad del de Honda de calentar los neumáticos le hizo ganar la prueba.

Posteriormente, en Mugello, cuando iba lanzado en busca del liderato del Mundial tras la arrolladora victoria en Jerez y el segundo puesto en Francia, el motor de la Yamaha dijo 'basta' cuando marchaba segundo, tras Lorenzo, y con un ritmo ligeramente superior al del balear. Justo ese día, por la mañana, el motor de Jorge se rompió en el 'warm-up'. La fortuna quiso que fuese Rossi el que pagase los platos, en carrera, cuando se reparten los puntos, de la avería mecánica.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

En Assen, a finales de junio, Rossi, fue uno de los perjudicados por la decisión de Dirección de Carrera de parar la prueba y hacer una carrera al 'sprint' a 12 giros. Pese a que se puso primero con facilidad, una caída arruinó su GP, marchándose con su tercer 'cero' a casa. Y por último, el pasado domingo en Alemania la lluvia cesó cuando Rossi estaba cómodo con la pista mojada. Luego el italiano no acertó con la estrategia y se 'suicidó' manteniéndose tantas vueltas en pista.

¿Está el Mundial perdido?

El panorama no es nada alentador para el de Yamaha. 59 puntos de desventaja con el Márquez más sólido, cerebral y regular de siempre son casi insalvables. Más aún cuando vienen trazados como el Red Bull Ring, Silverstone o Aragón, en los que Rossi, en principio, no debería ser el favorito a ganar. Sin embargo, en una temporada tan alocada cmo esta, nadie, ni siquiera Márquez, está exento de una mala racha. ¿O acaso alguien pensaba hace tres carreras que Lorenzo viviría este calvario?