Tres largas semanas han tenido que pasar para que el circo de la mayor competición del motociclismo vuelva a abrir sus puertas. El pasado jueves, la rueda de prensa del Gran Premio de Austria confirmaba la vuelta de las carreras de MotoGP en una comparecencia en la que la seguridad del trazado de Spielberg y el rendimiento de los favoritos en las carreras que faltan para el campeonato.

El primero en tener el turno de palabra ha sido el actual líder del mundial, Marc Márquez. El único de los tres favoritos por el título que no ha rodado aún en el circuito, ya que el Repsol Honda gastó tres sesiones en Jerez antes de la temporada.

Sobre el rendimiento a lo largo del año ha asegurado estar deseando que “empiece la segunda mitad de la temporada”. No es para menos, ya que el campeón del mundo de 2013 y 2014, ha sabido sacar ventaja de los obstáculos que su propia moto, un paso por detrás de Yamaha.

Para los pilotos de la marca del diapasón, las vacaciones no han sido tan placenteras. Tanto Valentino Rossi como Jorge Lorenzo han confesado haber trabajado durante las vacaciones. El piloto italiano ha declarado que “hay que sumar el máximo número de puntos de cara al final de temporada” mientras que el español ha deseado que durante el fin de semana de carreras puedan estar en cabeza, más cerca de Ducati de lo que lo que estuvieron en los ensayos.

Así lo ha reconocido Andrea Dovizioso, piloto oficial de la firma de Panigale: “Este trazado favorece a nuestra moto y, sin duda, durante los test, las sensaciones fueron buenas”. De esta manera, la marca italiana reconoce que el rápido trazado austriaco, donde la aceleración y el gas tienen más importancia que las curvas, le va como anillo al dedo. Este hecho hace pensar que Ducati pueda acabar con su sequía ganadora en un Gran Premio en el que su piloto titular querrá subir a lo más alto del podio en un fin de semana en el que cumplirá 250 carreras.

Foto: FIM

La seguridad, a debate

El tema que más repercusión ha tenido en el turno de preguntas de la prensa internacional ha sido la seguridad de la pista. El primero en criticar el actual estado de la pista ha sido Jorge Lorenzo. El vigente campeón del mundo ha emplazado a sus compañeros a hablar en la Comisión de Seguridad que se celebrará mañana.

Todos los pilotos que han comparecido en la rueda de prensa han elogiado los cambios que la organización ha efectuado en la curva diez, donde ha recortado la pista, de los trece metros originales a diez, para que el muro quede más lejos del trazado. No obstante, Valentino Rossi ha subrayado que "hay otras zonas más comprometidas", como es la curva ocho, que ha calificado de “muy peligrosa” y sobre la que ha exigido que se mejore para los próximos años. Estas palabras han sido respaldadas por el resto de los pilotos.

La cara más amable del mundial ha sido la mostrada por Cal Cruchlow. El piloto británico ha asegurado haber vivido los días "más felices" de su vida tras el nacimiento de su hija, a la que espera dedicar una buena actuación este fin de semana.