Mal día para Jorge Lorenzo en el Gran Premio de Australia. La combinación de frío y lluvia no gusta al piloto balear y todo se juntó en Phillip Island. Un mal FP3 le obligó a pasar por la repesca, la cual la pasó sufriendo, pero luego no tuvo ninguna opción de brillar en la Q2, quedando a muchos segundos de la pole de Márquez y dando una imagen de fragilidad en condiciones mixtas que comienza a sobrevolar cada vez que el cielo se encapota en cualquier trazado.

Lorenzo, consciente de su mala actuación, intentó sacar alguna lectura positiva y lo hizo hablando de su pase a la Q2 en la repesca: "Tuvimos algo de fortuna para pasar la repesca, porque la mayoría de pilotos colocaron los neumáticos intermedios cuando la pista aún no estaba preparada para ello. Esta es la razón por la que estuvimos en Q2, si no, no lo hubiéramos logrado", admitió.

Foto: Movistar Yamaha

Sin embargo, la presencia del tricampeón de la clase reina en la ronda final sólo sirvió para dejar en evidencia sus carencias en condiciones mixtas: "En la Q2, con 'slicks', fue posiblemente el peor escenario para dar el paso que estaba intentando dar en estas difíciles y peligrosas condiciones", comenta un Lorenzo que lleva sufriendo todo el año con la lluvia, con pobres resultados en las carreras en las que el agua ha aparecido.

El balear, ganador en Phillip Island hace tres temporadas, con otros cuatro podios en su haber en la pista más rápida del calendario, se lamentó de la "poca fortuna" que tuvo en la jornada de hoy. "Mucha lluvia, luego sin lluvia, luego mucho viento, y con el frío siempre presente. Considerando todas las circunstancias negativas hoy no era posible para mí ir rápido", apuntó Lorenzo, que partirá duodécimo en busca de una remontada que le acerque a Rossi en la lucha por ser subcampeón.