El fin de semana se presentaba de forma muy complicada debido a las condiciones climatológicas. Eso hacía que los pilotos no pudieran entrenar tanto como hubiera gustado a los pilotos y la situación en la sesión clasificatoria fuera un tanto atípica. Con Valentino Rossi, Maverick Viñales y Jorge Lorenzo en la Q1 y con los dos primeros fuera de la Q2 tras esa sesión, el protagonismo se centraría en los menos habituales. Pilotos como Crutchlow, Miller o los hermanos Espargaró disponían de una oportunidad única saliendo muy arriba. Valentino Rossi conseguía una remontada épica, pasando de la décimo quinta posición a rodar segundo tras la caída de Márquez, pero esa caída dejaba a Crutchlow en cabeza. Una posición que afianzaba el británico vuelta a vuelta metiendo tiempo a sus perseguidores.

La temporada del piloto del LCR Honda está siendo para enmarcar. Con esta, suma dos victorias y dos segundas posiciones en lo que va de año. Si ya conseguía la victoria en Brno aprovechando una buena elección de neumáticos, en Philip Island se hacía con el triunfo en condiciones de seco. “La caída de Márquez me ha generado algunas dudas, puesto que hace dos años me caí de la misma forma que lo ha hecho él en esta carrera. No quería cometer el mismo error y sabía que tenía que seguir apretando. Tenía mucha confianza y sabía que podía apretar, así que intenté mantener el mismo ritmo”, comentaba Crutchlow.

Al final de la carrera todo se ponía de cara para el británico que tan solo debía mantener su ritmo y no arriesgar más de la cuenta. Si no cometía ningún error, la victoria sería suya. Así fue. “A falta de diez vueltas para el final sabía que tenía que aflojar y pensar en el neumático. Simplemente apreté cuando tenía que hacerlo. Muchas gracias al equipo, porque lo han hecho muy bien este fin de semana. Tenía confianza en poder ganar”, concluía el británico en el parque cerrado de Phillip Island.