Una carrera para que el gran circo de las dos ruedas cierre el telón. Como siempre, se despedirá la temporada en casa, en Valencia. La última visita al Ricardo Tormo fue turbulenta, Rossi y Lorenzo en plena lucha por la corona y con los españoles mirados con lupa por el supuesto “Biscotto” que denunciaba Valentino.

Este año es distinto, se llegará a la clausura con el título de la categoría reina decidido. Márquez ha conseguido llevarse el gato al agua gracias a la constancia y a pilotar con cabeza, logrando templar ese instinto de depredador que muchas veces le llevaba al suelo. Quién le iba a decir a HRC a principio de año que terminarían así después de cómo pintaban las cosas a principio de temporada, en la que la RC213V parecía no arrancar con la fuerza que acostumbraba la firma nipona.

Pero sin embargo, si por algo se ha caracterizado esta temporada ha sido por la diversidad. Hasta nueve pilotos han conseguido subirse al primer cajón del podio: Lorenzo, Márquez, Rossi, Miller, Iannone, Crutchlow, Viñales, Pedrosa y Dovizioso. Esto es algo que todos los aficionados al motociclismo tienen que celebrar, puesto que a diferencia de otros deportes, las motos cada vez se van abriendo más. Es realmente emocionante para un aficionado llegar al domingo sin ni siquiera saber quién puede ganar la carrera. Y es que, ya no sólo es la diversidad de pilotos, sino también de fabricantes: se han visto cuatro marcas (Yamaha, Honda, Suzuki y Ducati) ganar grandes premios.

Márquez ha conseguido su quinto campeonato del mundo con tan sólo 23 años, haciendo firme su candidatura a ser el mejor piloto de la historia del motociclismo. Ya tiene en el saco tres títulos mundiales de Moto GP, uno de Moto2 y otro de 125cc. Rossi a su edad tenía cuatro y “sólo” uno de ellos era de la categoría reina. Como se ha dicho antes, el catalán ha hecho un año bastante regular, consiguiendo cinco victorias, tres segundos puestos y tres terceros. Es curioso que, cuando se ha quitado la presión de luchar por el campeonato es cuando más fallos ha cometido, ya que se fue al suelo en Australia y Malasia.

Valentino ha demostrado otro año más que “la gallina vieja siempre da buen caldo”, porque sí, lo ha dado. Ha conseguido dos victorias y subir 10 veces al podio a falta de Valencia, demostrando que sus 37 años no suponen ningún problema para él. Le sobra hambre y no se irá contento si no gana su décimo campeonato del mundo, como afirmaba hace unas semanas su inseparable amigo Uccio Salucci. No duden ni un momento que el año que viene seguirá ganando carreras y poniendo las cosas difíciles a su futuro compañero de equipo, Maverick Viñales.

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Rossi y Márquez demostrando cordialidad / Fuente: Repsol

El 2016 no ha sido el año para Lorenzo. Pese a haber ganado nada menos que tres carreras, no ha conseguido la estabilidad necesaria para revalidar la corona del año pasado. Cerrará una exitosa etapa con Yamaha para demostrarle a todo el mundo que se equivoca. La presión que tendrá en 2017 será muy grande, pero si consigue superarla (cosa que no se duda de un piloto de la talla de Lorenzo), llevará a la Ducati a lo más alto. El futuro equipo del piloto balear ha tenido una temporada con altibajos, pero siempre demostrando que su moto es rápida, y que si le pusieran unos alerones más grandes, probablemente despegaría en las rectas. Han conseguido ganar tanto Iannone como Dovizioso con una victoria cada uno. Parece claro que la marca de Bolonia va evolucionando año tras año y lo que le falta es tener en sus filas a uno de los “cuatro fantásticos”, cosa que se hará realidad el año que viene.

Crutchlow, otro de los ganadores en ésta variopinta temporada, ha conseguido llevar a lo más alto en dos ocasiones a la Honda del LCR. Ha vuelto a mostrarse como el “tipo duro” de la parrilla, cuajando una gran temporada y mereciendo sin duda una moto oficial para el año que viene. Sin embargo, cada vez se aprietan más las cosas en MotoGP y emergen grandes figuras como Maverick Viñales. El de Suzuki se ha mostrado muy fuerte esta temporada, consiguiendo ganar en Silverstone y quedando siempre en la parte alta de la clasificación, haciendo parecer que su moto es mejor de lo que es en realidad. Tan buena campaña ha hecho, que Yamaha se fijó en él para ser el sustituto de Lorenzo y será el nuevo inquilino en el box de la marca de los diapasones.

El noveno ganador de ésta temporada no ha sido otro que el australiano Jack Miller. Sin duda, su victoria en Assen fue la gran sorpresa de la temporada. Con la victoria del piloto del VDS, son tres las veces que ha ganado una moto satélite este año, cosa que no pasaba desde hacía mucho tiempo.

Con todo esto, hemos visto una emocionante temporada a la que le queda la traca final, y qué mejor sitio que en la tierra de la pólvora. Sin duda, habrá otra emocionante lucha entre estos grandes personajes que siempre alegran los domingos a los aficionados.