Perdido y sin rumbo. Así viaja la nave número ‘26’ de colores naranja, rojo y blanco. El 2016 tampoco fue su año y ya van muchos en su cuenta particular. Una temporada más que las ilusiones de final de campaña se convierten en un montón de cenizas y propósitos. Unas intenciones que se ven como fracasan un año tras otro. Sin embargp, probablemente se trate de la temporada más complicada a la que se ha tenido que enfrentar el piloto de Castellar del Vallés. Sus motivos tiene y son más que dignos de ser analizados.

Lo primero de todo es recapitular y para eso hay que rebobinar al año 2015. Rossi, Márquez y Lorenzo protagonizaron un espectáculo bochornoso en el que las declaraciones iban de un lado a otro y perdiendo así uno de los principales pilares del motociclismo, el respeto. En este ambiente enturbiado y en el que las incógnitas eran muchas, más de una persona debió de pensar que este sería el año definitivo de Dani. Razones no les faltaban. El ‘26’ era el piloto que menos presión tenía, ya había superado sus problemas en los antebrazos y había finalizado la temporada de forma espectacular.

Todo esto podía invitar a creer,a pensar que sería 2016 su año. Sin embargo, estuvo muy lejos de ser así. Los cambios en la centralita de electrónica y la llegada de los nuevos neumáticos a MotoGP dejaron un panorama desolador en su lado del box. Desde el minuto uno se vio a un Dani incómodo, sin capacidad de hacer vueltas rápidas y muy alejado de las primeras posiciones. Se ha podido ver en muchas ocasiones a Pedrosa incómodo en la moto, con falta de décimas, pero nunca en una situación como la que ha vivido este año. Jamás en toda su carrera deportiva le había costado tanto estar cerca de los puestos de cabeza.

¿Los culpables de esta situación?

"En vez de cambiar tanta gente en el equipo como ha estado haciendo estos últimos años, lo que tendría que hacer igual mirarse a si mismo y preguntarse dónde puede mejorar él… y no sé si lo está haciendo".

En el Mundial de MotoGP influyen tantos factores que es muy difícil determinar cuál ha sido el verdadero problema de Dani Pedrosa. Ver los culpables tan sólo está al alcance de los verdaderos analistas y muy seguramente en el seno de Honda tengan conclusiones mucho más certeras. Pero son muchos lo que se han mojado para intentar averiguar quién es el verdadero culpable de tan desastrosa situación. Alberto Puig, Suppo y el propio Dani lo han intentado explicar en distintas ocasiones.

El antiguo manager de Dani Pedrosa, Alberto Puig, critica o cuestiona a micros de Movistar TV la actuación de su ex-pupilo: “Yo sinceramente no sé qué está haciendo, pero yo creo que tiene que cambiar… En vez de cambiar tanta gente en el equipo como ha estado haciendo estos últimos años, lo que tendría que hacer igual mirarse a si mismo y preguntarse dónde puede mejorar él… y no sé si lo está haciendo”. El propio técnico que le llevó a los Campeonatos del Mundo no dudó en afirmar lo siguiente: “Lo que es evidente es que los resultados no le están saliendo…y la moto es esa. Mientras Marc lo ha cogido como ha venido y ha dicho, “bueno está es la moto” y con esa va líder del Mundial, Dani igual está desgastándose mucho a nivel mental pensando en la moto, cuando la moto es la que tiene”.

Michelin y la RCV2016

Con una Pedrosa asegurando que está al 100% y que da el máximo de lo que tiene, cuesta encontrar el motivo de la situación. Algo está parando a un piloto que ha podido ganar más o menos, pero que siempre ha estado en la parte alta de la tabla. Nuevo concepto de motor en Honda, nueva electrónica, nuevos neumáticos… Todas estos factores son “culpables” de la crisis de Pedrosa. Dani lo explica en una frase. “Por sus características con los Michelin preparas el paso por mitad de curva y la salida. Pero es justamente en esa fase, especialmente acelerando en salida de curva, donde nuestra moto no va”.

“Como nuestra moto está penalizada en las aceleraciones, el manual dice que hay que recuperar el terreno perdido en las frenadas … pero ahí volvemos al problema de Michelin”. Esto hace que un piloto como Marc Márquez, que siempre está jugando con el límite, se sienta cómodo y agusto. Aunque otros pilotos Hondas acumulen una cantidad de caídas brutales. Sin embargo, no se puede llamar mala a una moto que se ha proclamado Campeona del Mundo en el año 2016. Es imposible. Eso sí, no se puede cerrar el año de Pedrosa sin dedicarle unas líneas a Michelin. Son muchos lo que apuntan a los franceses como los verdaderos culpables del problema Pedrosa.

Lo primero que hay que decir es que Dani Pedrosa mide 1’60 y pesa 62 kilos, una condición física a la que siempre ha tenido que enfrentarse a lo largo de su carrera deportiva. Los neumáticos franceses siempre han tenido fama de ser extremadamente duros y a un piloto pequeño como a Pedrosa les cuesta calentarlos. Es física, a menor peso, menos presión ejerce sobre la rueda y menos fricción consigue.  

Misano dio luz en la oscuridad

Aunque hay que decir que no todo fueron sombras en el año de Dani Pedrosa. Misano fue una haz de luz en medio de la oscuridad del año 2016. Tras un comienzo de temporada realmente desastroso fue en el circuito de San Marino donde se disiparon las nubes. Michelin llevó una carcasa más blanda y eso dio alas a Pedrosa, que protagonizó una remontada espectacular dejando atrás a todos sus rivales para hacerse con su única victoria del año. Después de Misano vino Aragón, una carrera donde Michelin le dio un neumático absolutamente defectuoso y que puso en peligro su integridad durante esa carrera. Llegamos a la gira asiática, un escenario donde Pedrosa podía cambiar el trayecto de su campaña pero se topó con un viejo amigo, las lesiones.

En Motegi la mala suerte se apoderó de él y le volvió a ofrecer su peor cara en forma de fractura de clavícula. Esta lesión llegó en un momento nefasto para él, ya que tuvo que perderse las carreras de Japón, Australia y Malasia. Con todo decidido y con más ganas de pensar en 2017, Pedrosa terminó la temporada con un cero en Valencia. Ahora llega el 2017 y con él, el que será el año más importante de su carrera deportiva. Ya sólo vale ganar, no hay otra opción si quiere seguir en el equipo Honda HRC. Como suelen decir en estos casos… año nuevo y vida nueva.