El rendimiento de la nueva Ducati es una de las grandes incógnitas de la temporada 2017 de MotoGP, que arrancará el próximo 26 de marzo en el circuito qatarí de Losail. Tras tres años de crecimiento continuo de la mano de un genio como Gigi Dall'Igna, los italianos están convencidos de que este año, con el fichaje de Lorenzo como principal estímulo y con las dos victorias de 2016 como aval, debe ser el del asalto al título. Al menos, el del primer intento serio en esta nueva era de Ducati.

Una pieza clave de este asalto de Ducati a la corona será Andrea Dovizioso. El italiano, de 30 años, se trata de un hombre del que nadie habla o nadie suele hablar, pero que siempre cumple. Quizás por ello la escudería italiana se decantó por él y no por el joven y mediático Iannone, relegado a un puesto menos apetecible en Suzuki. Dovizioso, a diferencia de su compañero, aportará una gran experiencia y tacto a la hora de desarrollar la moto, y podría aceptar el rol de segundo piloto en caso de que Lorenzo tuviese opciones de ganar el campeonato.

Ducati apostó por un valor seguro

El piloto de Forli viene de una temporada de sensaciones encontradas en la que finalizó en una quinta posición que, probablemente, no reflejó el gran trabajo realizado por el '4'. Por una parte, puso punto y final a su crisis de falta de victorias que arrastraba desde 2009 con una magistral victoria en agua en Malasia, pero también la mala suerte se cebó con él, siendo víctima de accidentes ajenos a su pilotaje en Argentina o Estados Unidos, o sufriendo una decisiva avería cuando luchaba por la victoria en la República Checa.

No obstante, el buen hacer de Dovizioso hizo mella en la dirección deportiva del equipo, que, cuando fichó a Lorenzo en el mes de abril, se vio en la tesitura de tener que prescindir de los servicios de alguno de sus pilotos. La apuesta de Ducati por Dovi hizo que el italiano creciese en sus prestaciones, consiguiendo varios podios en la parte final del año, incluyendo ese triunfo en Sepang, y acabando entre los cinco primeros del Mundial, algo que ha hecho en seis de sus nueve temporadas en la categoría reina. La regularidad personificada.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Ahora, con la tranquilidad de seguir en uno de los mejores equipos del Mundial y con la racha de años sin victorias finalizada, Dovizioso llega a 2017 con ilusiones renovadas. Siente que, por primera vez desde que dejara el Repsol Honda a finales de 2011, tiene una moto para pelear de forma regular por las victorias y, quien sabe, por el título. A su favor tiene, entre otras cosas, que es uno de los más regulares, si no el que más, de toda la parrilla. Y en un campeonato con tantas variantes y potenciales ganadores de carreras, eso es un aval.

El objetivo, marcado por Dovizioso en la presentación del equipo el pasado viernes en Bolonia, es claro: "Arrancamos con el objetivo de pelear por el título y tenemos las cartas para lograrlo. Aunque también somos muy conscientes de los límites que tenemos ahora mismo. La moto es competitiva pero todavía no está al 100%. Hay que mejorar, sobre todo al girar a partir del centro de la curva", advierte el piloto italiano, que, de todas formas, añade: "Márquez comenzó el pasado año con una moto que no era la mejor y estaba lejos de la perfección y acabó ganando el Mundial tres carreras antes del final".

Un compañero de box muy distinto a Iannone

Es cierto que llega un compañero de equipo con mayor caché como el suyo, pues Lorenzo, además de batirle en 250cc, ha sido tres veces campeón de MotoGP, mientras que Dovizioso ni siquiera ha tenido opciones de pelear el título en ningún año. Pero la experiencia de Dovizioso con esta moto, con la que ya lleva trabajando cuatro años, siempre rindiendo mejor que el año anterior, hace tambalear la etiqueta de 'escudero de Lorenzo' que algunos se han atrevido a colocarle. Andrea no es un simple maniquí. Andrea tiene hambre de ganar.

Además, la Ducati no es una moto fácil y sobre la que Dovizioso ya advritió a Lorenzo las semanas posteriores a su fichaje de la dificultad de adaptación -únicamente Stoner ha sido campeón con ella- y eso hace de la experiencia del italiano un factor clave. Dovizioso, por encima de todo, ve la llegada del español como un estímulo: "No estoy asustado, estoy emocionado, porque seguro que será un gran reto superarle. Tengo 30 años y estoy en el mejor momento de mi carrera. Aún puedo aprender mucho y más de alguien como él", comentaba el campeón de 125cc de 2004 el pasado viernes.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Al menos tendrá la tranquilidad de trabajar con una persona muy distinta a Iannone, con el que la relación acabó bastante deteriorada. "Con Lorenzo nos conocemos desde 2001. Internamente no habíamos trabajado juntos, pero Jorge es una persona tranquila y reservada. Lo más importante es que nos tenemos un gran respeto en la pista, luego cada uno sigue su trayectoria", describe Dovizioso, que confiesa que ya hubo un pequeño acercamiento en Valencia, tras la celebración de los tests post-temporada: "Hablamos de cómo mejorar la moto, pero sabiendo que seremos nuestros primeros adversarios, aunque eso sobra decirlo. Una cosa positiva es que los dos somos de carácter tranquilo"

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Sobre el autor
Rubén Gómez
Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona.