Dos semanas después de la primera toma de contacto en Sepang, los pilotos de MotoGP vuelven a la carga para afrontar el segundo test oficial de la pretemporada en Phillip Island. Tres jornadas, del 15 al 17 de febrero,  son las que tendrán para seguir evolucionando aquellas máquinas con las que buscarán alcanzar la gloria. Esta vez en un circuito completamente diferente al malayo, siendo el australiano más afín para la puesta a puesto, aún con la inminente lluvia.

Yamaha, la apuesta más solida

Felices se marcharon de Sepang los pilotos de Yamaha. Así lo mostró Valentino Rossi, veterano de la casa que se ocupó de probarlo todo. Dio buena cuenta del motor, la mejora más clara, que les hace ganar algo más allí donde siempre han perdido, las largas rectas.  Lo que sí siguió igual fue la solvencia de la M1 que, rapidísima a una vuelta como exhibió Maverick Viñales con el mejor crono de la jornada, también da muestra de gran ritmo.

Foto: Movistar Yamaha
Foto: Movistar Yamaha

En esto último trabajó más el italiano, que sí ejecutó varias tandas largas que ofrecen una mejor idea del rendimiento en carrera. Quedó así quinto por el primer puesto de su compañero, pero despidiéndose contento por aquello de que la Yamaha ya en las primeras pruebas se ha mostrado más competitiva que en Valencia, donde se subieron por vez primera al prototipo de la moto que ahora están evolucionando. Además, el punto más débil que encontró Valentino, la gestión de los neumáticos, podrá analizarlo a fondo en el trazado australiano, pues posee las características idóneas para este requirimiento. 

Por su parte, siendo Phillip Island la siguiente parada, Viñales podría dar más cuenta de sus opciones reales carrera a carrera. Es su circuito predilecto, donde más le gusta rodar, y eso es algo que, sin duda, hará otra vez notar.

Honda, trabajando para volver a ser

El camino de Honda traza, de nuevo, un camino distinto al resto. Por ahora, no hay tiempo para centrarse en hacer cronos rápidos. Lo suyo es más la construcción a distancia, trabajar para evolucionar esa Honda que aún no terminar de arrancar. Tanto Marc Márquez como Dani Pedrosa lo saben bien, ocupando todo su tiempo en probar múltiples piezas y opciones que hagan del conjunto del ala dorada el binomio perfecto de moto y piloto que fue hace unos años.

El problema, como viene sucediendo, vuelve a encontrarse en el motor. Aún no saben cuál elegir, cuál conseguirá la docilidad necesaria de la Honda. A ello se le suman las dificultades que han encontrado en la adaptación de la electrónica, adversidades con las que, no obstante, Márquez registró un ritmo alentador. Analizando sus tiempos en Sepang, donde realizó tandas de hasta once vueltas, lo que equivaldría aproximadamente a media carrera, mostró un ritmo ganador, aún lejos de ser el nivel que se espera de una marca como la nipona.

Foto: Box Repsol
Foto: Box Repsol

No obstante, como declaró el propio Pedrosa, se ha experimentado una leve mejoría por parte del ala dorada. A pesar de ello, queda un largo camino por delante en el que recopilar información. Constancia es lo que se requiere y, por suerte, de eso ambos pilotos entienden.

Ducati y Suzuki, la amenaza latente

En 2016 se confirmó aquellos que muchos llevaban tiempo esperando, la pluralidad de MotoGP. Al fin ha llegado, gracias al buen hacer de Ducati y Suzuki. En cuanto a la primera, lo más relevante de Sepang fue descubrir la adaptación de Jorge Lorenzo a la Desmosedici. Si bien comenzó con dudas el primer día de los test acabó por finalizar una progresión bastante contundente.

Quizás no sean los tiempos esperados por el piloto, pero teniendo en cuenta el cambio de pilotaje al que inevitablemente se verá sometido, tras el cambio de Yamaha a Ducati, se entrevé que el piloto mallorquín finalmente estará ahí. El principal cambio al que deberá hacer frente será el paso por curva, punto fuerte de la M1 que por su estilo Lorenzo sabía explotar a la perfección y que, por las cualidades de la casa italiana, deberá reconvertir.

Por fortuna, cuenta con Andrea Dovizioso de compañero, lo que se traduce en experiencia y contundencia. Lo mostró en los test, acabando cuarto, un pilar en el que apoyarse para hacer los triunfos esperados por la marca. En Sepang, además, pudieron comprobar aquello que le han caracterizado estos últimos años, consolidándose con la moto con  mayor velocidad punta de la parrilla.

Foto: Ducati Team
Foto: Ducati Team

En cuanto a Suzuki, teniendo en cuenta que sus dos pilotos estaban de estreno, puede decirse que han firmado un inicio prometedor. Andrea Iannone se mostró rápidamente competitivo, logrando realizar buenos tiempos y alcanzando las posiciones más altas de la tabla. En el circuito australiano, así, podría causar mayor sorpresa, ya que tanto él como la GSX-RR han tenido un buen rendimiento en este trazado. Con ello, el piloto deberá alcanzar algo que siempre le ha faltado, estabilidad, sobretodo teniendo en cuenta que su compañero de equipo, Álex Rins, debe lidiar con la adaptación a la categoría reina, centrado más en conseguir un buen debut.

Phillip Island se presenta así como el test de la evolución. Tras recabar las primeras informaciones, los pilotos de la categoría reina deberán confirmar aquellas respuestas que ya encontraron en Sepang. Todo con el mismo objetivo: llegar un poco más allá.