El arranque del mundial en Losail no ha dejado indiferente ni a equipos ni a espectadores ya que han sido veinte vueltas en las que constantemente han ido variando las posiciones, situación que el mayor de los Espargaró ha sabido aprovechar y ha sorprendido a toda la afición desde el inicio de carrera. Ha sido a falta de nueve vueltas para el final de esta primera cita cuando Aleix ha conseguido entrar en los primeros diez puestos situándose noveno, llegando incluso a contactar con la Honda con el dorsal número 26 que en ese momento rodaba en sexta posición.
El inicio de carrera no ha sido fácil para Aleix, remontar posiciones parecía algo remoto ya que durante las dos primeras vueltas vio como su posición fue cayendo hasta situarse en la decimoséptima plaza, momento en el cual adelantar no era una de las opciones barajadas porque el neumático trasero se castigaba considerablemente al tener que frenar más tarde. Espargaró comenta que las primeras ocho vueltas han sido complicadas ya que ha estado "ocho vueltas sin poder pasar a nadie y me moría por dentro porque sabía que tenía mucho mejor ritmo”, pero la situación ha mejorado a mitad de carrera cuando los neumáticos han empezado a caer y el piloto ha podido coger su propio ritmo.
La clave del resultado obtenido reside en gran parte en la conservación de neumático que ha practicado Aleix durante esas vueltas complicadas en las que adelantar suponía un riesgo en combinación con un pilotaje fino y prudente. La estrategia de Espargaró ha permitido un último esfuerzo a falta de pocas vueltas que ha dejado tan solo a medio segundo a su Aprilia de la Honda de Pedrosa. La posición obtenida es también toda una alegría para el de Granollers porque se ha demostrado que el cambio de equipo, y sobre todo, de moto, es favorable e invita a pensar en que se puede mejorar su posición en la clasificación general con respecto al año pasado, ya que el proio Aleix confiesa que está "muy orgulloso y en Aprilia están contentos y felices”.