Maverick Viñales no ha pasado en las últimas semanas su mejor momento en Movistar Yamaha. La M1 ha ido perdiendo potencia en el propulsor debido a una falta de agarre de los neumáticos que combinada con la electrónica única, ha perjudicado al que hasta la carrera de Assen era el líder del Mundial de MotoGP, que a pesar de llevar tres victorias hasta el momento ha perdido fuelle respecto al resto de aspirantes al título como es el caso de Márquez o Andrea Dovizioso.
El 'spin' (falta de tracción en la goma trasera), culpable del mal rendimiento de Viñales
"En las últimas carreras fuimos reduciendo potencia por culpa del spin (cuando la goma trasera no tracciona y se pone patinar en aceleración). Eso nos pasa tanto en seco como en mojado. Después de Montmeló redujimos muchísimo la potencia y nunca volvimos a los niveles que teníamos en Le Mans o en circuitos en los que teníamos agarre", ha afirmado Viñales que ha reconocido los problemas con los que cuenta tanto él como su equipo a la hora de perfeccionar la M1 de cara a las anteriores carreras y por eso, de la bajada de rendimiento del español.
"Cada vez hemos ido disponiendo de menos potencia a partir de la electrónica y ahora parece que incluso nos falta un poco", ha admitido el corredor del Movistar Yamaha, que a pesar de esos problemas con su moto, se encuentra a solo cinco puntos del líder del Mundial Marc Márquez, que se aupó a la posición de privilegio tras su octava victoria consecutiva en el circuito de Sachsenring, un récord que no está al alcance de cualquiera. Viñales solo tiene un objetivo en su cabeza: volver a recuperar el liderato de MotoGP y es por eso que empezará desde Brno, en el Gran Premio de la República Checa, a atacar a sus rivales para alzarse y acercarse al mayor premio del motociclismo.