Es un hecho que, aún yendo primeros en el Mundial de Equipos, es más culpa de los pilotos del equipo que del propio equipo. Es un hecho que el equipo de Yamaha en una carrera te da una de cal, en la siguiente una de arena. Es un hecho que, sino fuera por los buenos resultados de incio de campaña, Movistar Yamaha no se mantendría en una buena línea en ambas clasificaciones (por equipo y por pilotos). Es un hecho que, Maverick y Rossi, están tirando del carro...

Buenas actuaciones de los pilotos.

Maverick y Rossi comenzaron muy bien la temporada. En Qatar y Argentina, el de Girona, consiguió la primera posición para hacerse con 50 puntos en dos Grandes Premios; Rossi, conseguía tercera y segunda posición y se marcaba en su casillero 36 puntos. La primera y la segunda posición del Mundial de MotoGP tenía los colores del Yamaha Movistar. Todo ello, sumado al mal inicio de la Honda y las Ducati, hacían presagiar que estaríamos con dominio absoluto del Yamaha Movistar y sus dos pilotos. 

Buen inicio, mala continuación.

Esas buenas posiciones de ambos pilotos hacían pensar que ibamos a vivir en un dominio continúo del Yamaha Movistar, de Viñales y Rossi. Pero no fue así, Maverick cayó en el Circuito de las Américas; Rossi conseguía otra vez la segunda posición. Viñales perdía la primera posición del Mundial. Rossi adelantaba a su compañero de equipo y se colocaba en primera posición con 56 puntos en 3 carreras. Todo parecía indicar que el Yamaha Movistar iba a reinar en la presente temporada, pues el fallo de Viñales se compensaba con la buenísima actuación de Valentino Rossi. Sino era uno, era otro; pero, la diferencia con los demás pilotos era abismal. En el Gran Premio de Jerez, la ruleta se paró en el 26. Pedrosa ganaba en España. Buen inicio, mala continuación. En Asia y América, las Yamaha volaban y marcaban los tiempos con buenísimos resultados (exceptuando la retirada de Maverick en América). En Europa, llegábamos a Jerez y Yamaha conseguía la sexta y décima posición. Parecía que el Mundial no iba a ser del todo azul y blanco con la llegada a Europa...

Rossi, ante la atenta mirada de Maverick, responde a una pregunta | Foto: Marc González (VAVEL)

Francia e Italia, oro y mirra.

Maverick conseguía un inicio con dos victorias en dos circuitos. Después una retirada y una sexta plaza en Jerez hacían de un Viñales capaz de todo, un espejismo. Rossi, por el otro lado, consiguió cuajar tres grandes actuaciones con 56 puntos en 3 carreras y la primera posición del Mundial. En la cuarta, décima posición. Viñales se desinflaba, Rossi también. Las Yamaha, más aún. Comenzaban los problemas. 

En Francia e Italia, Maverick consiguió primera y segunda posición. Oro para el de Girona. Rossi se tenía que retirar en Francia y, en su ciudada natal, no conseguía entrar en el podio renegado a la cuarta plaza. Oro para Viñales que volvía a colocarse en primera posición; mirra para Rossi que tenía que retirarse en la ciudad del amor y conformarse con la cuarta posición delante de su afición. Aún así, luces y sombras en Yamaha. Unas veces era Maverick quien fallaba; otras Rossi. Pero siempre sopesaban los errores con buenas posiciones incluso victorias.

Cataluña y Holanda. Intercambio de papeles.

Y si antes hablábamos de que en Francia e Italia el oro era para Viñales y la mirra para Rossi, en Cataluña y Holanda iba a ser al revés. Maverick que llegaba líder del Mundial sufría en Cataluña, en su tierra. Décima posición y 6 puntos le costaron renegar del Mundial. Más aún cuando en Holanda tuvo que retirarse. La Yamaha de Maverick volvía a sufrir y él también. De nuevo volvían las dudas a Yamaha sobre el fichaje de Viñales.

Cataluña tampoco se le dio bien a Rossi, consiguió la octava posición y 2 puntos más que su compañero. Rossi también fallaba. Las dudas se disiparon cuando el italiano consiguió hacerse con el oro en Holanda. Primera posición que hacía, de nuevo, que un fallo de Viñales lo solventará la buena posición de Rossi. 

En Alemania nos damos cuenta que...

Alemania sirvió para que los espectadores de motociclismo se dieran cuenta que no es problema de los pilotos sino de las motos, del equipo Yamaha Movistar. Maverick salía 11º y Rossi 9º. Finalmente, el de Girona terminó en cuarta posición; Valentino, detrás de su compañero. Pudimos observar como a lo largo del fin de semana las Yamaha no servían para conseguir buenos tiempos de cara a la parrilla de salida. En carrera mejoraron muchísimo, no las motos sino los pilotos. Y es que Alemania ha servido para consolidar que, aunque Yamaha vaya en primera posición en el Mundial por Equipos, es gracias a sus pilotos. Viñales y Rossi se encuentran, actualmente, en el TOP 4 de la clasificación del Mundial. Maverick se encuentra en segunda posición a tan solo cinco puntos del líder, Marc Márquez. El italiano, por su parte, en cuarta posición con 119 puntos se encuentra a diez del líder.

Queda claro que el problema no lo tienen los pilotos, lo tiene el equipo. Viñales y Rossi hacen lo que pueden con las Yamaha, pero no pueden desarrollar todo su potencial con cambio de chasis y de pequeños detalles que, quieran dentro del equipo o no, cambian mucho el estilo de pilotaje de una moto (más aún en MotoGP). Sin lugar a dudas, puede que sea el año de Yamaha (se encuentra en primera posición con 184 puntos) pero deberían de dar gracias a los dos grandes pilotos que se encuentran entre sus filas. Ellos son los artífices de que Yamaha pueda decir que este año, es su año.