Sin duda el Gran Premio de Austria en el Red Bull Ring Pol Espargaró vivió una de las peores carreras de la temporada, aunque el principio del fin de semana comenzó bien para el catalán. Finalizó séptimo el warm up de la mañana del domingo, a solo medio segundo del más rápido del calentamiento previo, Andrea Dovizioso. Un buen comienzo en la mañana para KTM que presentaba terminar con final feliz en la marca austríaca. 

Pero Pol vivió una carrera de lo más dramática desde los primeros minutos de la jornada, sufriendo problemas en el tren delantero de la RC16, viéndose obligado a volver a boxes, para su mala fortuna. 

“Noté una vibración tremenda en el disco de freno delantero, y cuando me coloqué, los mecánicos lograron cambiarlo a tiempo. Arranqué la vuelta de formación con el nuevo”, explicaba Espargaró. 

Momentos después de volver a reengancharse a la vuelta de formación con el problema de tren solucionado le surgió otro percance, ajeno a él: “Todo el mundo estaba muy nervioso y alguien me golpeó en el lado derecho, creo que fue Barberá. Habíamos hablado de eso en la Comisión de Seguridad, en Barcelona, después de que Petrucci se cruzara en la salida. 

Foto: Lat Images.
Foto: Lat Images.

“El golpe solo me hizo perder algunas posiciones, me provocó un fuerte dolor en los dedos, aunque pude continuar. Pero entonces, en el segundo punto de frenada surgió un problema con el freno trasero. Fue una pena que nos pasaran tantas cosas en nuestro gran premio de casa, una carrera en la que, además, estábamos más cerca”, añadía Pol molesto. 

Tras los buenos resultados obtenidos durante los entrenamientos libres y clasificatorios, el piloto de KTM se mostraba enfadado por el resultado final del que poco pudo hacer para solucionar ante tanto contratiempo. Alabó el buen hacer de Mika Kallio, que si pudo hacer buen resultado para la marca: “En el warm up nos fue muy bien, pero es inútil tratar de imaginar cómo nos hubiera ido en carrera. Mika demostró que podíamos haberlo hecho muy bien, me alegro por él".  

"Terminar entre los diez primeros es lo que se merece esta moto, pero estoy enfadado porque perdimos la oportunidad de demostrar al mundo lo que KTM puede hacer”, concluía el pequeño de los Espargaró aún enfadado tras haber conseguido el mejor resultado de la temporada hasta la fecha, el noveno lugar en el Gran Premio de Brno.