El circuito de Phillip Island albergó el pasado fin de semana una de las citas más bonitas, expectantes e interesantes hasta el momento. Con gran variedad de condiciones meteorológicas a lo largo de los tres días de acción, el domingo pudimos disfrutar de una de las carreras más emocionantes de los últimos años sobre un asfalto totalmente seco. 

El Gran Premio de Austrlia nos dejó, además, la primera bola de partido para el líder del mundial, Marc Márquez, que podría coronarse por sexta vez en su carrera deportiva en el circuito de Sepang, a falta de una cita para acabar el calendario mundialista. La oportunidad es clara para el español, pero habrá que ver como se desenvuelve en el circuito malasio.

Márquez ganó la batalla

Una vez más, el piloto del Repsol Honda Team ha sabido imponerse sobre todos sus rivales. El #93 partía como favorito en tierras australianas y su actuación no fue para menos: dominó cada una de las sesiones de entramientos salvo el FP2 -con Aleix Espargaró a la cabeza- incluyendo la clasificación, sumando una pole más a su carrera mundialista. Márquez sabía que era importante imponerse en Australia, aprovechando las dificultades de las Ducati, incluyendo su rival mas directo, Andrea Dovizioso.

La carrera fue una completa locura. Parecía que estuviésemos viendo una carrera de Moto3 en lugar de MotoGP. Pudimos ver hasta ocho pilotos en el grupo de cabeza, con constantes adelantamientos, cambiando las posiciones a cada paso por curva. Los toques estuvieron presentes desde la primera vuelta, cuando Zarco se chocó con Marc, librándose por muy poco de irse los dos al suelo. Rossi y Márquez fueron dos de los pilotos que acabaron con más rasguños en sus monos, fruto también de otro toque entre ambos, cuando el español le metió la moto al italiano para acabar de adelantarlo.

Márquez puede ser campeón en Sepang / Foto: Marc González
Márquez puede ser campeón en Sepang / Foto: Marc González

Sin duda, una carrera de alto riesgo con una batalla que no dejó al margen a pilotos como Maverick Viñales o Andrea Iannone, protagonistas de otro encontranazo en la pista. Pero si hubo un piloto que destacó entre el resto, ese fue Johann Zarco con su pilotaje tan agresivo que le caracteriza, fruto de sus años y sus dos títulos en la categoría intermedia. El francés quiso hacer ver que estaba dispuesto a pelear por una victoria que roza con las yemas de sus dedos.

Volviendo al líder del mundial, Marc Márquez se llevó en Phillip Island su sexta victoria de la temporada, superando por una las obtenidas el año pasado cuando consiguió su quinto título. El de Cervera está a punto de llevarse a su tierra la sexta corona en su carrera mundialista, siendo la cuarta de MotoGP en cinco años desde que entró a la categoría. Otro récord que podría obstentar el piloto del Repsol Honda Team, que no se cansa de sumar.

La carrera supo gestionarla de la mejor manera. Jugándosela en el último momento con los neumáticos blandos, Márquez salió disparado a ganar, sin contar que sus rivales estuvieran tan fuertes. A mitad de carrera supo resetear y volver a encontrar los límites. Buscó el momento indicado y se puso en cabeza de carrera, marcando luego vuelta rápida para escaparse, aprovechando también la lucha por los otros dos puestos del podio que le ayudó a coger ventaja.

El retorno de las Yamaha

Las sensaciones durante los entrenamientos fueron un poco difíciles. Mejoraron respecto al terrible fin de semana que se vivió en Japón, pero faltaba más trabajo. El sábado Maverick Viñales pudo colocarse en la primera línea de parrilla, justo por detrás de Márquez, con Johann Zarco muy cerca. Valentino Rossi salfría séptimo. Las satélites volvían a ser una vez más muy competitivas.

Las Yamaha volvieron a ser competitivas / Foto: Lucas ADSC
Las Yamaha volvieron a ser competitivas / Foto: Lucas ADSC

En la carrera las cosas cambiaron. Fuimos testigos de una muy bonita pelea entre las Yamahas oficiales y la satélite del francés. Cada uno fue, por algunas vueltas, líder de la carrera. Los adelantamientos entre los tres pilotos provocaron que Márquez pudiera escaparse con una dstancia de dos segundos. Fue muy interesante e intenso ver quien se haría con la segunda segunda posición. Finalmente fue para un Valentino pletórico y muy contento por conseguir un podio tres la fractura que vivió hace algo más de un mes. El tercer puesto fue para su compañero, Maverick, que desvancó a Zarco en la última vuelta del circuito.

Dovizioso, a 33 puntos de distancia

El Gran Premio de Australia fue un desastre para las Ducati. Ninguna de las Desmosedici, ni las oficiales, ni las satélites, lograron acabar dentro del Top 10 de carrera. La mejor de estas máquinas fue la de Scott Redding, teniendo que bajar hasta la undécima posición para encontarle. Andrea Dovizioso, quien se juega el título con Márquez, entró décimo tercero en una cita que pensó que podría remontar.

Al italiano, que está marcando su mejor temporada en la categoría reina, se le han complicado sus posibilidades de ganar su primer título de MotoGP frente a un Marc invencible. El circuito australiano se le volvió a resistir este año, cuando más falta le hacía para mantenerse vivo en la lucha. A pesar de ello, el piloto de Forli intentará retrasar la coronación del español hasta el último gran premio de la temporada, en Valencia. Difícil pero no imposible.

Dovizioso tendrá que apretar en Sepang para llegar con opciones a Valencia / Foto: Marc González
Dovizioso tendrá que apretar en Sepang para llegar con opciones a Valencia / Foto: Marc González

Para su compañero de box, el fin de semana no resultó nada fácil tampoco. Jorge Lorenzo sufrió una caída durante el FP3, acabando con una lesión en su pierna izquierda que condicionó su participación el domingo. Incluso pudimos ver al mallorquín ayudado con unas muletas debido al esguince causado por los golpes al irse al suelo. Aún así, el piloto acabó la carrera puntuando, en décimo quinta posición.