La actuación de las Ducati en Valencia la semana pasada dejó ver que los de la fábrica italiana tienen bastante que mejorar respecto a sus motos. Ambos pilotos hicieron hincapié en que las cosas que probaron sobre lo que tenían de 2017, no terminaron de convencerles y mucho menos, de gustarles. Los problemas con el giro siguen existiendo.

Los pilotos han metido presión al departamento técnico para que lo solucionen cuanto antes y busquen algo para mejorar en Jerez. Andrea Dovizioso se manifestó sobre este tema: "en Jerez probaremos algunos elementos nuevos, porque será la última oportunidad de decidir sobre varios aspectos de la moto de 2018. Tendremos otros componentes y hay que exprimir al máximo ese test", comentaba.

El subcampeón del mundo tiene claro donde está la prioridad ahora mismo que "es hacer girar la moto sin freno, porque en otros aspectos somos muy competitivos". Lo han demostrado a lo largo de toda la temporada, llegando vivos en la lucha por el mundial hasta la última carrera con un Márquez casi imposible de batir.

Ahora llegan al circuito de Jerez, donde se celebrará la segunda tanda de test y la cual durará tres días, para intentar irse a comer turrón y mazapán con alguna buena sensación para el comienzo de 2018. Aunque la noticia de que la moto no estará preparada hasta esos primeros test de enero, no es buena señal.

En estos test no estarán presentes los pilotos oficiales de Honda, Marc Márquez y Dani Pedrosa, que terminaron bastante satisfechos con los resultados obtenidos y dejarán la evolución de la moto para 2018. Tampoco asistirán los pilotos Yamaha, tanto oficiales como los del Tech3, ya que prefieren el circuito malayo de Sepang para sus pruebas. Esta es la última oportunidad de Ducati para sacar algo en claro antes del parón, y sus rivales les llevan mucha ventaja.