Honda o Yamaha. Yamaha u Honda. Nadie había sido capaz de discutir la hegemonía de los dos equipos nipones en los últimos diez años, desde aquel lejano título de Stoner en el 2007. Y cuando a comienzo de la temporada Yamaha, tanto con Rossi, como con Viñales, lograron 3 victorias en las primeras 5 carreras y seis podios en total, parecía que el mundial sería cosa de dos. Pero de la nada surgió el factor sorpresa de Ducati, la mejora de Honda y la debacle de Yamaha, que finalmente dejó a Marc Márquez de nuevo, como campeón del mundo.

Para Valentino Rossi, el décimo título tendrá que seguir esperando. Después de un inicio muy prometedor en las primeras cinco carreras del mundial, con 3 podios y una caída en LeMans peleando hasta el final con Viñales por la victoria, a partir de ahí el resto de campaña fue un martirio para el de Tavullia. Una victoria en Assen como mejor resultado y dos podios más hasta final de la temporada le valieron para ser quinto con 208 puntos.

Una primera mitad ilusionante

La temporada comenzó de buena forma para el italiano, con un tercer puesto en la carrera inaugural en Qatar, aunque la carrera fuera ganada por su compañero de equipo Maverick Viñales. Le siguieron dos segundos puestos en Argentina y Austin que, unidos a la caída de Viñales en Austin le auparon a la primera plaza del mundial. Esta buena racha se vio cortada en el GP de Jerez con una décima plaza, motivada por problemas en los neumáticos, y coincidió con el principio de mejora de Honda, que se alzó con un doblete.

La primera encrucijada de la temporada vino en el GP de Francia. Después de una lucha encarnizada con su compañero de equipo, Rossi se fue al suelo en la penúltima curva cuando intentaba un último adelantamiento para llevarse el triunfo. En ese momento perdió un liderato que nunca volvería a recuperar. Hasta llegar al ecuador de la temporada en Sachsering, solamente lograría subir al podio en una ocasión, con el triunfo en el GP de Assen.

Segunda mitad: crónica de una muerte anunciada

La debacle que se suponía en la primera mitad de temporada acabo siendo un hecho en el resto de la campaña. Un triste bagaje de solamente dos podios en ocho carreras, unidas a una rotura de tibia y peroné, que le hizo perderse el GP de Misano, y lastró su rendimiento en Aragón, aunque logró una más que meritoria quinta plaza.

Recuperado de la lesión y sin opciones para poder pelear por el campeonato, quedaba recuperar sensaciones y hacer cuatro buenas carreras, pero el triplete asiático no fue todo lo bueno que le gustaría, ya que en las dos carreras que se disputaron bajo lluvia, tuvo que retirarse en Japón y solo logró la séptima en Malasia, aunque se deshizo con una segunda plaza muy trabajada en Australia. Una quinta plaza para acabar la temporada en Valencia, le hizo perder la cuarta plaza en el campeonato, algo meramente anecdótico.

Valentino Rossi durante el Gran Premio de Catalunya. | FOTO: Marc González VAVEL
Valentino Rossi durante el Gran Premio de Catalunya. | FOTO: Marc González VAVEL

Lo mejor, el inicio prometedor de todo el equipo; lo peor, la debacle en la segunda mitad de temporada y la lesión.

La temporada es muy larga y hay que ser muy consistente durante toda ella para llevarse el campeonato, más si cabe en MotoGP. Esta consistencia fue la que mostraron los pilotos de Yamaha durante el primer tercio de la temporada, en la que solamente los errores parecían poner fin a un dominio aplastante.

Pero como todo buen momento, llega también una mala época, la cual fue sin ninguna duda, la debacle de resultados durante la segunda mitad de temporada en la que tan solo logró dos podios en ocho carreras, y a la que se sumó su peor lesión en su carrera deportiva, como fue la rotura de tibia y peroné, que le apartó una carrera de la competición.

La sabiduría, experiencia y continua hambre de victoria, sus mejores aliados.

Después de 20 años en el Mundial, poco hay que decir sobre Rossi que no sea conocido. Siempre es capaz de reponerse ante las adversidades, y a pesar de no ser su mejor año, cada fin de semana deja destellos de su inmensa calidad. Su hambre, su experiencia y su gran sabiduría hacen que siempre esté ahí, aunque clasifique lejos de los de cabeza, o parezca que no tiene ritmo para pelear de nada, los puntos se reparten los domingos y Valentino siempre está ahí en el momento de la verdad.

El próximo año volverá con todas las fuerzas. | FOTO: Lucas ADSC VAVEL

En referencia al equipo Movistar Yamaha, sumaron su segunda campaña consecutiva sin lograr el campeonato de pilotos y después de un inicio fulgurante, se diluyeron como un azucarillo, sin encontrar solución a los problemas de chasis ni a los problemas de gomas en determinados circuitos, especialmente en agua. La competencia dentro del box fue dura, ya que Maverick Viñales, tras ser el fichaje estrella del equipo, comenzó con tres victorias, aunque luego acabó desinflándose igual que su compañero de box, aunque al final logró quedar en tercera plaza del Mundial, por delante de Rossi.

Veremos si Yamaha consigue remediar la situación, y si el nivel de Rossi sigue estando tan alto, no cesará en su empeño de lograr el décimo entorchado.