Todos los aficionados al motociclismo tienen marcada en su memoria una fecha: 23 de octubre de 2011. Aquel fatídico día, Marco Simoncelli perdía la vida tras un accidente mientras se disputaba la carrera del Gran Premio de Malasia. En ese accidente se vio envuelto su amigo Valentino Rossi, que en una entrevista a ‘Riders’ ha hablado sobre ese amargo episodio de su vida y su carrera deportiva. La relación entre los dos pilotos italianos siempre fue especial; aunque ambos fuesen rivales en la pista, fuera de ella eran buenos amigos. Entrenaban juntos e, incluso, el proyecto de la Academy surgió gracias a SuperSic.

En la entrevista, Valentino Rossi ha hablado de lo duro que fue para él superar aquel momento, e incluso ha reconocido que si no abandonó fue por amor a la moto. “Estar envuelto en el accidente fue devastador para mí, y muy difícil de superar, pero nunca pensé en abandonar. Lamenté estar ahí, si hubiera ido dos motos por detrás o por delante hubiera sido un poco más fácil, pero con el tiempo todo pasa y cuando pienso en el Sic sólo tengo recuerdos positivos”, confiesa el piloto italiano. “He seguido adelante por amor, de lo contrario ya lo hubiera dejado. Una situación como aquella del accidente de Marco no se supera”.

"He seguido adelante por amor, de lo contrario ya lo hubiera dejado"

El nueve veces campeón del mundo reflexiona sobre los días posteriores al accidente y reconoce que se planteó dejar la competición. “Había tenido una larga carrera y había ganado títulos, podía decir basta. Traté de separar las dos cosas, el dolor y lo que había que hacer para superarlo. Luego pensé en mi carrera, quería seguir, quería regresar a Yamaha y volver a ganar”, afirma Valentino.

Además, el 46 también confiesa que la idea del VR46 Riders Academy nació de entrenarse con Marco Simoncelli. Según recuerda Valentino, Sic le pidió ayuda durante un momento en el que le costaba ir rápido, y a partir de ese momento comenzaron a entrenar juntos. “La Academy nació de Marco Simoncelli, que en el periodo 2006-2007 atravesó una crisis, no iba rápido y me pidió si podía ver cómo me entrenaba. Yo era su amigo, pero tenía mucho celo con mi forma de entrenar, tenía alguna duda, pero finalmente pensé que si había alguien que me hiciera compañía cuando estaba haciendo cross sería bonito”, cuenta Rossi. “De ahí nació la Academy. Al mismo tiempo llegó Franco [Morbidelli], y luego pasó el accidente del Sic, y para recordarle seguimos con el proyecto”, concluye.