Uno de los principales alicientes de la edición del Rally Dakar 2015 celebrada en las las áridas pistas del Cono Sur de Sudamérica era la vuelta a la competición de una de las grandes protagonistas del rail más duro del mundo: la marca francesa Peugeot.

Los franceses hacían oficial el pasado 26 de marzo de 2014 en las calles de París, concretamente en los Campos Elíseos, su regreso a la competición que les vió crecer hasta dominar un rally que en su versión africana a finales de la década de los ochenta, no les encontró rival durante cuatro ediciones consecutivas.

Tan fue la sensación de dominio, que para la eternidad han quedado los coches 205 T16 o 405 T16, máquinas perfectamente engranadas para la victoria que llevaron al éxito a pilotos como Ari Vatanen (ganador del Dakar en tres ocasiones) Juha Kankkunen o Jean Todt entre otros.

Con el objetivo de renacer la leyenda, la marca francesa anunciaba la puesta en marcha de un ambicioso proyecto denominado 2008 DKR, apoyado como socios destacados a Red Bull y Total.

Rally Dakar 2015: cualquier pasado fue mejor para Peugeot I FOTO: Zimbio

Además, a los mandos de la nave estarían pilotos de la categoría de Carlos Sainz, Cyril Despres (pentacampeón del Dakar en motos) y Stéphane Peterhansel (Monsieur Dakar).

De esa lista de pilotos, por encima de todos sobresalía la figura del veterano piloto español. Peugeot puso como condición innegociable a su nueva etapa dakariana, la figura de 'El matador', tanto por su rapidez al volante como su experiencia en el desarrollo de un nuevo coche.

Tras unos meses intensos de desarrollo en la fábrica, Sainz, Depres y Peterhansel se presentaban en Buenos Aires con un coche que llamó la atención de todos sus competidores. “Hemos estudiado el reglamento a conciencia y este es el mejor resultado”, se escuchaba justificar a los responsables de la marca francesa antes del inicio de la prueba.

Y es que si los grandes dominadores del Dakar históricamente siempre han sido los 4x4 y los buggies, cada uno con sus singularidades mecánicas y terreno propicio, en su vuelta a la competición más dura del planeta, Peugeot había optado por desarrollar un híbrido de ambos. Un concepto teórico sin antecedentes.

Rally Dakar 2015: cualquier pasado fue mejor para Peugeot I FOTO: Zimbio

Como suele suceder con cualquier elemento nuevo que se crea, la práctica suele sacar a la luz errores que en la teoría no han sido tenidos en cuenta por sus diseñadores. Los tests privados que se venían realizando durante el año lo venían anticipando, pero la realidad del Dakar ha golpeado violentamente a Peugeot.

El 2008DKR no se ha mostrado en ningún momento rápido, ni tampoco fiable. Carlos Sainz se veía obligado a parar en la cuarta etapa por una avería mecánica. Cyril Despres por su parte, sufría también problemas de fiabilidad y falta de experiencia al volante, mientras que Stephane Peterhansel parecía una sombra de sí mismo este año, con problemas mecánicos y errores de pilotaje.

Rally Dakar 2015: cualquier pasado fue mejor para Peugeot I FOTO: Zimbio

Ampliamente superados por Mini y la sorprendente Toyota, el 11º puesto de Peterhansel a más de cinco horas del ganador (Al-Attiyah), ha puesto de relieve que quizás la marca francesa no estuviese lo suficientemente preparada como se podía esperar en este nuevo retorno a su competición fetiche.

Ganar a la primera en el Dakar es una excepción y el programa del fabricante francés es a tres años. A buen seguro que la experiencia acumulada en la presente edición habrá supuesto de gran gran herramienta para recoger datos y mejorar aquellas secciones que requieran de una revisión de cara al futuro.

Quizás lo más aconsejable visto el resultado final hubiese sido un año más de pruebas o de presencia en raids menores. Pero no hay vuelta de hoja. Peugeot se ha visto sobrepasada por diversos factores con gran facilidad y ahora le toca levantarse para volver a lograr sus pasadas glorias dakarianas. No lo tendrá fácil, pero el único lugar en el cual ‘éxito’ viene antes de ‘trabajo’ es en el diccionario.