La duodécima etapa del Dakar ha acabado con Antoine Méo como ganador. El de KTM ha sido capaz de imponerse al final de una jornada donde ha tenido que luchar con el chileno Pablo Quintanilla. El líder de la general, Toby Price, gestionó su ventaja en la primera parte de la etapa para después engordarla en la segunda. Ya saca más de 35 minutos a Svitko, segundo en la general. 

Sin embargo, el interés ha estado algo más atrás, en la lucha sin cuartel que han protagonizado el ganador de la etapa con Pablo Quintanilla. Ambos estaban distanciados por 1’15” y han luchado por imponerse sobre su rival desde los primeros compases. Al final, y aunque el francés estuvo a punto de rendirse, problemas en el freno delantero del chileno han acabado decantando la balanza. La tercera posición de la clasificación tiene acento francés y todo hace presagiar que Svitko, segundo en la general, podía ver peligrar su plaza a favor de Méo, que está haciendo un gran final.

Esto se debe a que en el último tramo del galo ha sido sencillamente espectacular, consiguiendo batir al líder en carrera, Toby Price. El australiano, con un problema en su irispack, ha conseguido emocionar a los seguidores de la prueba, que había creído los problemas técnicos le habían obligado a parar tras no aparecer en los últimos puntos de control.

El punto negativo de la etapa lo daba Paulo Gonçalves. Una caída obligaba al luso a dejar la carrera a falta de dos etapas. Su abandono no hace más que rubricar la decepción que ha sido Honda durante este Dakar, al que llegaba con más probabilidades que nunca para volver a ganar la tuareg y, sin embargo, ha visto como KTM, con las tres oficiales y la Husqvarna de Quintanilla van a quedar por delante de su primera moto, la del argentino Benavides, que para más inri no es la oficial.

Entre los españoles, el mejor clasificado fue Jordi Viladoms, que finalizó octavo, con Gerard Farrés décimo. Álvaro Cervantes firmó una digna decimocuarta posición y Laia Sanz se adjudicó su puesto dentro de los veinte primeros clasificados.

Los quads, al rojo vivo.

La etapa de quads tuvo que ser neutralizada cuando se llevaban disputados 243 kilómetros. Durante todo el día, Alejandro Patronelli y Brian Baragwanath estuvieron luchando por la etapa. Finalmente unos problemas mecánicos en el sudafricano decantaron la balanza hacía el argentino. Así, la clasificación no está nada decidida, solo ocho segundos distancian a los hermanos Patronelli, primero y segundo de la tuareg. A falta de dos etapas todo está por decidir.

Para mañana, los pilotos tendrán que vivir la etapa más larga de este Dakar. Con 481 kilómetros de especial y 450 kilómetros de enlace, que unen San Juan y Villa Carlos Paz.