Osados son los que se atrevieron a decir a Albert Llovera: “Es una demencia hacer el Rally Dakar en tu estado”. La locura es la esencia de la vida, el condimento perfecto capaz de darle color y alegría. Dicen que quien tiene un sueño hará lo imposible para que sea cumplido y si te llamas Albert Llovera Massana mucho más. Incombustible siempre él, ha conseguido callar las bocas de los que alguna vez pensaron que sería inverosímil acabar el Rally Dakar. Ejemplo a seguir por todos y el encargado de perseguir sueños imposibles, porque para él lo improbable es una incitación a hacerlo viable.

Corre por él y por todos aquellos que no pueden, la vida le dio una segunda oportunidad y se ha encargado de no desaprovecharla. El ave Fénix sigue batiendo sus alas y demostrando cada año que en su escalera imposible, siempre puede subir un peldaño más. La adrenalina es lo que le hace sentir vivo y que mejor manera de sentir hemostático que en el Dakar, prueba de aventureros y luchadores.

Una sonrisa se esconde tras su casco delatándole su felicidad. ¿Qué hacen un belga, un checo y un andorrano en un camión?, esta pregunta fue mandada por el piloto desde su “oficina” (asiento del camión) y la respondió el mismo con una flagrante sonrisa, el Dakar. La existencia para muchos debe de medirse en instantes de felicidad y él se ha tomado esto muy en serio.

Albert Llovera subiendo a su camión I Foto: Dakar 2016
Albert Llovera subiendo a su camión I Foto: Dakar 2016

Dos personas le ayudan a subirse a su bisonte del desierto mediante una simple polea y una vez colocado emprende kilómetros y kilómetros hasta llegar a la meta. Su último sueño imposible se ha cumplido, la de subirse a la cabina de un camión y pilotar desde allí todo un Dakar pese a su parálisis dorsal que le hace ir en silla de ruedas. Por segundo año consecutivo ha finalizado el rally más duro del mundo y en una meritoria posición. El propio piloto se mostró muy contento con la experiencia vivida: “En mi vida hubiera pensado que iba a ir de lado con un aparato de mil kilos, subiendo y bajando por la arena. Pilotar este Tatra es tremendo y he aprovechado esta oportunidad al máximo”.

La travesía por Sudamérica no ha sido un camino de rosas y Albert sufrió serios problemas. Ni unos espasmos debido a la altura fueron capaz de detenerle: "La altura me ha afectado, porque me provoca una reacción con espasmos, no tengo control sobre ellos, con lo que me paso quince horas teniendo espasmos. Eso me cansaba un montón, me fundía todos los músculos".

Albert levantado por su equipo I Foto: Dakar 2016
Albert levantado por su equipo I Foto: Dakar 2016

Lágrimas y sonrisas había en Argentina tras la llegada de este héroe sobre ruedas. Otro sueño imposible cumplido y con creces, el Dakar ya ha sido superado tanto en la categoría de coches como la de camiones. Albert Llovera ha sido el encargado de desmentir la palabra minusválido y como el mismo expresó: "Me considero un discapacitado de lujo". Lujo el que transmite a través de su alegría y de sus hazañas. El mundo espera expectante cuál será la próxima fantasía improbable que cumplirá. Si crees, puedes.