El Rallye de Monte Carlo y la temporada 2018 arrancaron con una primera especial tan mítica como Sisteron-Thoard, con condiciones nocturnas y un trazado con poca nieve y hielo lo que obligó a los equipos a calzar neumáticos blandos y súper blandos. No obstante, y a pesar de que la situación parecía algo más fácil para los respectivos equipos, Sébastien Ogier se encontró con curvas que escondían una sorpresa: hielo. El francés hizo un trompo perdiendo así segundos mientras que Ott Tänak y Thierry Neuville sufrieron situaciones algo similares: El belga se salió en una curva de izquierda después de tirar de freno de mano y bloquear las cuatro ruedas quedándose así  regazado a más de tres minutos del vigente campeón de mundo –Ogier-. Por su parte, el estonio se quedó parado aunque con suerte continuó en carrera al igual que el de Hyundai. 

Jari Matti Latvala también se vio atrapado por las condiciones del Monte Carlo si bien el finés hizo dos trompos y perdió alrededor de 20 segundos. Pero eso sí, si para alguien fue bien la primera toma de contacto en las carreteras francesas fue para Dani Sordo. El cántabro salió con garra, voló en los parciales y adelantó a Latvala (+25,7) así como a Eflyn Evans, quien pinchó dentro del tramo. Pero es que Dani, ya lo comentó: "Voy a intentar ganar rallyes", y ello le fue colocando como uno de los claros candidatos a la victoria.

Pero 'Sebs' golpeó fuerte y consiguió el scratch con trompo y patinazo incluido. Un complicado pero buen comienzo para el de Francia. Pero fue, en este punto, cuando llegó Kris Meeke y al igual que la mayoría de sus rivales, perdió casi un minuto y medio tras sufrir una salida de carretera. Cierto es que los primeros compases de Monte Carlo se convirtieron en una odisea, odisea para Breen, quien para salir de nuevo a pista reportó la ayuda de los espectadores, y una odisea para Andreas Mikkelsen, después de que este perdiera los frenos a final de tramo. Odisea por aquí y odisea por allá.

Por otro lado, para la segunda especial, Sordo sumo y siguió: continuó en la misma línea y dejó a Ogier a nueve décimas persiguiendo así su camino hacia el primer escalón del podio. Fue entonces cuando Tänak mejoró considerablente su situación mientras que Latvala se la jugó a tres neumáticos. Jugándosela o no, la jornada continuó su desarrollo con el español en la segunda plaza por detrás de Ogier, aunque finalmente cayó a la tercera por detrás de Mikkelsen, quien empujó y venció. Aunque eso sí, ahora la misión está clara: dar caza a Sébastien.