El campeonato de Superbikes entra en el último tramo. Después de 16 pruebas disputadas tan solo restan cinco Grandes Premios para cerrar el curso en la noche del desierto qatarí en el trazado de Losail. La novena parada del mundial de las motos derivadas de serie será en unos de los circuitos más queridos por aficionados y pilotos como es el de Laguna Seca, especialmente por la famosa curva del sacacorchos.

Davide Giugliano no está teniendo un año especialmente sencillo. El italiano se lesionó en los últimos entrenamientos previos al inicio del campeonato y se tuvo que perder los cuatro primeros Grandes Premios, después de demostrar un gran nivel en la pretemporada. Desde que regresó ha sumado tres podios y siempre ha estado entre los cinco primeros, a excepción de la primera carrera en Donington porque se fue al suelo cuando rodaba en el grupo cabecero. 

En el periodo en el que no estuvo, su compañero logró ganar con la Ducati, algo que se le sigue resistiendo. Laguna Seca es un gran lugar para estrenar su casillero de victorias. Un circuito que en la segunda manga de 2013 ya le vio subir al podio, aunque el año pasado no lo visitó en ninguna de las dos carreras. 

Giugliano elogia el circuito norteamericano y está deseando descorchar la botella de champán desde el escalón más alto del podio: "La pista de Laguna Seca es realmente espectacular y un trazado en el que me gusta mucho correr. He hecho algunas carreras sólidas allí en el pasado y creo que nuestras posibilidades son buenas también en esta ocasión. El año pasado tenía un ritmo muy fuerte, pero lamentablemente no logré los resultados que esperaba. Este año me siento bien preparado y estoy seguro de poder completar dos buenas carreras".