Dicen que lo más complicado no es llegar, sino mantenerse. Esta frase parece difícil de aplicarse a la carrera deportiva de Jonathan Rea. Mucho ha tenido que luchar para alcanzar una meta a la que, desde hace varios años, estaba predestinado: la de ser campeón del mundo de Superbikes. Lo logró en un curso increíble, el de 2015, en el que ningún piloto le tosió con la suficiente regularidad como para hacerle sufrir. Ahora Rea se cita con la historia. Con un reto que nadie ha conseguido en este siglo.
Desde los lejanos tiempos de Carl Fogarty, allá por la década de los años 90, nadie encadena dos títulos consecutivos de Superbikes. Y eso que han pasado grandes pilotos por la categoría: Colin Edwards, Troy Bayliss, James Toseland, Troy Corser, Max Biaggi, Tom Sykes... Todos fracasaron en su intento de revalidar la corona. Unos se quedaron muy cerca, como Bayliss en 2012 o Sykes en 2014. Otros, como Toseland, buscaban el reto de MotoGP. Otros, como Biaggi, la retirada. A esta lista de pretendientes se une otro nombre: Jonathan Rea.
El piloto perfecto
A sus 28 años, el británico pasa por el mejor momento de su carrera deportiva. Mientras no se demuestre lo contrario en la presente campaña, es, sin discusión, el mejor piloto de la parrilla. Así lo demuestran los números y las sensaciones. No sólo acumuló récords de todo tipo en 2015, sino que la forma en la que los consiguió es de lo más variada. Superior en seco y en mojado, en carreras en grupo o en exhibiciones en solitario, Rea hizo lo que quiso con unos rivales a los que empequeñeció.
Seguro que, tras este éxito, Rea se dio cuenta del error que supuso confiar durante tantos y tantos años en el fracasado proyecto de Honda. Allí estuvo, prisionero, seis años, a lomos de una moto poco competitiva y esperando una fugaz llamada de un equipo satélite de MotoGP, el sueño de su vida. Pero había que ser práctico, y tras cansarse de esperar, apostó por el único equipo con garantías de título a corto plazo: Kawasaki. Y la apuesta no pudo salir mejor.
'Jonny' era antes un piloto de chispazos. Era ese piloto imbatible en Assen o en tres o cuatro carreras anuales que se disputaban sobre suelo mojado. Por lo demás, aspiraba a lograr algún podio, pero ya está. Con la Kawasaki se desató. 14 victorias en 26 carreras (más de un 50% de triunfos) avalan la mejor temporada de la historia, a la que poco lo faltó para saldarse con un pleno de podios inédito en Superbikes.
Rea es, sin duda, el piloto que mejor gestiona los conflictivos neumáticos Pirelli del Mundial de Superbikes. Cuántas carreras ha ganado por el 'graining' que su más directo rival, Tom Sykes, sufría en las últimas vueltas. Cuántas. Su solidez en el ritmo de carrera y su agresividad en los momentos clave, como gran campeón que es, son, probablemente, las dos claves de su actual superioridad en la parrilla de Superbikes.
Tom Sykes y Chaz Davies, sus principales adversarios
¿Y alguien puede pararle en 2016? Esa es la pregunta que muchos analistas se hacen de cara a la temporada que está a punto de comenzar. En teoría, el nuevo reglamento aplicado para 2016 le debe beneficiar: la nueva estructura del fin de semana elimina la carrera matutina del domingo, con lo que las dos mangas puntuables se disputarán alrededor de las 13 horas, bajo un calor sofocante. Una situación en la que la gestión de los neumáticos es todavía más importante.
Salvo sorpresa mayúscula, sus principales rivales serán los mismos que el año pasado. En primer plano, su compañero de equipo, Tom Sykes, al que tiene dominado psicológicamente por el hecho de haberle arrebatado los galones de número 1 dentro del equipo Kawasaki. Por otro lado, Chaz Davies, el gran líder de Ducati, el hombre que más veces le derrotó en 2015 y que, durante este invierno, ha lanzado un mensaje de optimismo con la corona como único objetivo. Pensar en que Giugliano o las Yamaha puedan aspirar a competirle a Rea el título es mucho aventurarse. Veremos a partir de Phillip Island.