Hay ocasiones que los sueños están al alcance de nuestras manos y muchas veces no debemos dejar escapar oportunidades únicas. Este es el caso de Nicky Hayden, el campeón del mundo de MotoGP de 2006 sorprendía a todos la pasada temporada anunciando su retirada en el Mundial de MotoGP pero no suponía el final de su carrera deportiva. El único “yankee” que quedaba en la parrilla tras la retirada de Colin Edwards en 2014 dejaba consigo un título del mundo y varias victorias en la categoría reina.

Pero eso no suponía su retirada, ya que el niño de Kentucky regresaba a sus comienzos. El americano tenía delante de sus ojos la posibilidad de competir en el Mundial de Superbikes en el equipo oficial de Honda, recuperando su confianza y sobre todo encontrarse de nuevo consigo mismo en la pista, sensación que llevaba tiempo sin encontrar.

Honda Racing

Sin duda la despedida más sonada de la pasada temporada tenía un inicio de campeonato mejor de lo previsto, donde tras los test de pretemporada Kawasaki tenía el control de la situación y no había rival aparente para luchar por el título tras la supremacía mostrada por el equipo con sede en Granollers. El sueño y reto de Hayden de la mano de la ala dorada estaba cada vez más cerca, ser el primer piloto en lograr ambos campeonatos, el de MotoGP y el de Superbikes, teniendo la primera y más complicada piedra ya colocada tan solo quedaba empezar a trabajar para lograr construir el camino que le llevase a lo más alto.

La llegada de Hayden a Superbikes no podía haber sido en mejor forma física, ya que su fractura de muñeca poco a poco va mejorando y se siente mucho más cómodo. Por otro lado en unas declaraciones recientes ha dicho que se muestra muy contento ya que al montar la moto oficial le ofrece una ayuda electrónica extra que permite que maneje mejor la montura. Todo esto se pudo comprobar en los test de Jerez donde el americano mostró un gran ritmo de carrera, cosa que también se puede deber a la ayuda recibida por su compañero de equipo Michael Van der Mark, haciendo con todo esto un conjunto de circunstancias que ha permitido que el “69” se adapte rápidamente a una categoría que pasó por encima y se muestre como pez en el agua.

Getty Images
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Llegaba la hora de la verdad el pasado fin de semana en Australia, siendo el trazado de Phillip Island el testigo de excepción para dar comienzo a un Mundial más que ajustado pero realmente nadie esperaba que se decidieran las carreras en los últimos instantes. En dicha cita inaugural el papel de Nicky Hayden fue más que destacable, mostrando un ritmo arrollador, acostumbrándose rápidamente a una carrera de verdad, ya que hasta entonces solo había hecho simulaciones, quedándose en las puestas de lograr subir al podio.

Pese lograr un resultado más que bueno y aceptable, el espíritu guerrero de Nicky Hayden no ha desaparecido, mostrándose un poco decepcionado por no subir al podio, pero se marcha optimista de cara a la próxima cita, donde será un principal candidato a finalizar entre los tres primeros: “Definitivamente estoy un poco decepcionado por no conseguir el podio en esta ocasión, hubiera sido genial celebrar mi primera ronda con un resultado entre los primeros 3. No obstante, estoy feliz de ver lo competitiva que es la moto. Hemos aprendido mucho aquí en Phillip Island, y ahora tengo muchas ganas de ir a Tailandia”. No cabe duda que el piloto de Honda estará batallando en el trazado de Buriram la próxima semana, mostrándose cada vez más confiado y cómodo encima de la montura.