Tom Sykes no pudo mantener su moral por las nubes. Su triunfo en la segunda manga de Tailandia, en una mano a mano espectacular con Jonathan Rea, supuso una bomba de oxígeno para Sykes en su intento de pelear por el Mundial. Sin embargo, en Aragón volvió la historia de siempre: problemas con los neumáticos en la parte final e incapacidad de pelear con su compañero de equipo por la segunda plaza.

"Sabía que lograr una vuelta rápida por la mañana era distinto a la carrera. Sabía que el ritmo de carrera sería complicado de mantener". Así se lamentaba Sykes en sus declaraciones posteriores a la carrera, en la que fue tercero, tras Davies y Rea. "Estaba sufriendo un poco con el balance de la moto, y eso es algo que no me deja hacer lo que quiero con la máquina". Aunque realmente lo que le condenó fue su poca constancia: "Cuando las ruedas bajan su rendimiento, no puedo mantener el nivel", admite el segundo del Mundial, a 33 puntos de Rea.

"Estoy contento de estar en el podio, y es gratificante conseguirlo incluso aunque no sea tu mejor día", comenta Sykes, que añade: "Simplemente, no hice lo suficiente para acercarme y pasar a Rea al final, con lo que tenemos que mejorar en el garaje para ponernos a su nivel", asegura el piloto de Kawasaki. "Necesitamos ser más fuertes mañana y trabajar duro de nuevo", finaliza el británico.