Los números a veces no están ahí pero la proyección está dentro. Michael VD Mark ganó las 8 horas de Suzuka y el campeonato del mundo de Supersport. Y quería más. Llegó a Superbikes con todo por delante. Un debut grande además. Un holandés entrando en el gran equipo de otro holandés, Roland Ten Kate. Y ahí también está el mérito de VD Mark. Apostó por una Honda que, aunque estaba la promesa de que mejoraría, se desconocía su potencial.

Convirtió aquella moto en su máquina de pruebas. Poniendo todo del revés en un prototipo que realmente lo necesitaba, pues siempre había seguido la misma línea sin alteración alguna. Y, cuando nadie lo esperaba, al menos así, exprimió todo su carácter para hacer lo que hoy. La escuela de la joven promesa.

Foto: World Superbikes
Foto: World Superbikes

El podio llegó. Y prontísimo. Nada menos que en las primeras carreras de la temporada en Phillip Island. En modo doble. Y no fue casual. Se pegó a rueda de sus rivales y los estudió más como un veterano que como un novato, que es lo que era. Si bien el australiano es un trazado donde las carencias de la moto se podían esconder más, regresó de nuevo al podio en Tailandia, en la primera prueba, donde ya no había excusa. "No podía empezar mejor la temporada", declaraba VD Mark.

No cabe duda. Y volvió a subir al cajón en la última. Cómo no, pues era en casa. Lo logró después de un fin de semana difícil, la sensación fue única: "La tecera posición se siente como una victoria para mí". Y marca la diferencia, porque puede decir que es el único piloto no británico que ha repetido podio en las ocho carreras que llevamos de temporada. Así va marcando su camino. La única cruz fue un séptimo, una plaza que de momento se puede permitir, siguiéndole un cuarto y dos caídas.

Foto: World Superbikes
Foto: World Superbikes

Quizás sea ese último aspecto el único 'pero' del holandés. Debe controlarse más, pues esas caídas a veces las ha sufrido cuando iba delante, peleando con los mejores pilotos, y aunque ya sea de mérito debe saber aguantar y controlarse para dar el verdadero toque de gracia. Es una explosividad joven que responde a su carácter ambicioso. Una ambición que, por otra parte, también le llevó a hacer la pole en el rapídimo circuito de Buriram.

Marcha cuarto en el campeonato, a 91 puntos del líder Rea y realmente cerca del tercero (Sykes) pero opta por tomarse este año de aprendizaje. Y hace bien. Va buscando el límite, su propio límite, detonante de sus caídas, pero así va encontrándose. No va a ganar el título, no al menos este año, pero sí puede decidir carreras. Aún no ha conseguido la victoria pero ésta ya asoma. Asoma por todo el trabajo que lleva detrás, no se cansa. Y con buena cara. Sabe lo que quiere, lo sueña, y trabaja por ello. No hay más. Es un soplo de aire fresco. Una realidad. VD Mark estará.