Como un profeta en la tierra prometida se siente Tom Sykes cada vez que pisa Donington Park. Volvió a inculcar su ley en el circuito, logrando la séptima victoria consecutiva allí. Aunque no pudo dominar la carrera como le hubiera gustado cruzó primero la línea de cuadros, lo que le da mucha energía y fuerza para mañana.

El porqué de su buena racha ni él mismo lo sabe, aunque sí conoce el sabor de la victoria de hoy: "no sé realmente por qué he  ganado tanto en Donington Park, pero lo que lo hace hoy más gratificante es que tuve que luchar por ello". Salía desde la pole pero no supo aprovechar su ventaja, perdiendo varias posiciones en la salida que le hicieron caer hasta la cuarta plaza: "hice una buena salida, pero varios pilotos me pasaron. Estoy seguro de que si hubiéramos tenido algunas buenas vueltas constantes al principio hubiéramos conseguido un  buen ritmo, pero estoy contento de haber tenido que luchar por la victoria".

Foto: Kawasaki Racing
Foto: Kawasaki Racing

Por ese inicio frustrado tuvo que esperar en la retaguardia hasta encontrar su momento, lidiando además con varios problemas mecánicos: "tuve algunos problemas  en la moto, lo cual es inusual, pero lo bueno es que, incluso con ellos he conseguido 25 puntos. Después de seis vueltas pude entender lo que estaba pasando y pensé que sería muy difícil, quizás imposible ganar". De ahí a que su estilo de conducción cambiara, teniendo que adaptarse a las nuevas condiciones que le marcó la carrera: "tuve que conducir la moto un poco diferente en algunas áreas para compensar".

Sykes buscará mañana repetir el idilio. Donington Park es su jardín de juegos, allí donde se siente invencible y donde lleva siéndolo desde 2013. Por eso no se conforma solo con la victoria, sino que quiere dar más de sí mismo para ofrecer su mejor versión: "en general, estoy muy feliz de ganar y mañana el plan es ser más fuerte, más seguro y más consistente".