El líder del mundial ya afila sus armas para la próxima prueba del mundial de Superbikes, esta vez sobre suelo estadounidense. Por el momento, el norirlandés no ha bajado del podio en todo lo que lleva de campeonato. Siete victorias y nueve podios le han hecho contar con 66 puntos de ventaja con respecto a su mayor rival por el título, su compañero de equipo, el británico Tom Sykes.

El escenario para seguir con esta buena racha no es otro que el mítico circuito de Laguna Seca. 3.602 metros entre los que brilla el célebre Sacacorchos, la curva número 8, caracterizada por su fuerte pendiente de bajada, que la convierte en un giro ciego donde los pilotos deben mostrar todas sus habilidades técnicas en un fin de semana, donde el show fuera de la pista competirá con las carreras que se vivirán en el asfalto. En este circuito, el vigente campeón del mundo todavía no ha podido subirse a lo más alto del podio, el objetivo del Gran Premio.

Antes de subirse a su Kawasaki número 1, Rea ha declarado a los medios que estaba “emocionado” por ir al circuito californiano, ya que le gustan las carreras transoceánicas. Además ha alabado al público americano, sobre el que ha manifestado: “El público presta apoyo entusiasta, especialmente a Kawasaki, y estoy impaciente por empezar el fin de semana”, ha asegurado Rea.  También ha recordado su actuación en el año pasado: “No estuvimos muy lejos de las victorias”, reconoce el piloto, que firmó una tercera plaza el año pasado.

No obstante, las sensaciones de Rea son buenas. Él mismo así lo ha reconocido: “Estoy con ganas de subirme a la Ninja después de las carreras de Italia y los ensayos posteriores para preparar Laguna”, aseguró el norirlandés.