Hace tres meses era casi impensable, pero Tom Sykes está en disposición de discutirle el título a Jonathan Rea en el final de 2016. Una extraordinaria dinámica, con cuatro triunfos en las últimas ocho mangas, unidos al abandono de Rea en la última carrera por avería mecánica, han apretado las cosas en la clasificación. Sykes, que llegó a tener una desventaja de más de 70 puntos, está ahora a sólo 46 del liderato, con ocho mangas por delante.

La primera cita de este 'sprint' por la corona, es en Alemania. En Lautsitzring, un circuito inédito en Superbikes, y en el que los pilotos de la categoría, incluidos los dos contendientes por el título, probaron sus monturas recientemente. "Rodé allí con la Ninja ZX-10R en una jornada que organizó Kawasaki hace poco, durante el parón veraniego", comenta el campeón del mundo del año 2013, que guarda buenos recuerdos, no obstante, de este trazado: "Gané una carrera en Lausitzring hace años, cuando competía en carreras de roadbikes".

"Ha tenido un buen verano pero estoy deseando volver a subirme a la moto e intentar mantener o subir el ritmo que tenía antes de las vacaciones", comenta un Sykes al que el calendario le podría favorecer: muchas de sus grandes victorias se han producido en Jerez o Magny-Cours, carreras por disputarse en el mes de octubre, y en las que Rea no tiene tan buen palmarés.

Por lo vivido en categorías inferiores, y por las sensaciones que le dejó el test que realizó en julio, Sykes cree que puede ser un buen fin de semana para sus intereses: "El circuito me gusta por las curvas que tiene y su diseño, pero creo que hay algunas áreas del trazado en las que la anchura es insuficiente y es demasiado estrecho", asegura Sykes en el comunicado oficial de su equipo previo a la décima cita del Mundial.