Tom Sykes salió vivo de Jerez, pero llegará sin apenas opciones de éxito a la ronda final de la temporada en Qatar. Tercer puesto en la segunda manga de Jerez, tras perder un bonito duelo cuerpo a cuerpo con Jonathan Rea en la parte final de la carrera, lo que significaron cuatro puntos más para el norirlandés en la batalla por el campeonato. Sykes, a 48 del liderato con 50 en juego, necesitaría un milagro en Doha para salir campeón.

Honesto como suele ser, Sykes comentó que el tercer puesto es "lo máximo a lo que se podía aspirar hoy". Aún así, asegura que fue una carrera divertida: "Fue una bonita carrera, con una bonita batalla pero fue una lástima ser tercero hoy. Estuve muy cerca de Jonathan al final pero no fue suficiente", se lamenta el que fuese campeón del mundo en 2013, coronándose además en Jerez.

Sykes, luchador nato que es, se muestra realista aunque con un toque de optimismo de cara a la cita final en Losail: "Tenemos 48 puntos de desventaja y necesitaremos un mejor 'setup' en Qatar para poder ser agresivo desde el principio hasta el final de la carrera", comenta el piloto inglés. "Ahora siento que no estoy capacitado, con este setup, de hacer lo que pretendo hacer con la moto", admite el británico.

Aunque parece una utopía, Sykes no se da por perdido y no cierra ninguna puerta al triunfo mientras haya opciones matemáticas. "No quiero resignarme con el subcampeonato si aún es posible ganar el Mundial", comenta Sykes al finalizar la carrera. Y es que, de ratificarse, sería su tercer subcampeonato en los últimos cinco años (2012, 2014 y 2016), con el título de 2013 como consuelo. "Tenemos mañana un importante test y lo utilizaremos de la mejor manera para mejorar de cara a Losail", concluye Sykes.