El campeonato del Mundo de Superbikes, que finaliza este fin de semana con el título aún por decidir, contará con el regreso de un viejo conocido. Leon Haslam, piloto con una dilatada experiencia en el certamen, volverá a subirse a una moto en el marco del Mundial. El británico, que casualmente logró la victoria en la segunda carrera de la temporada pasada, se subirá a lomos de una Kawasaki, la moto dominadora de esta temporada, aunque no será en el equipo de fábrica, sinó en la de la estructura Pedercini. Ante este regreso, Haslam ha concedido una entrevista en el portal web oficial del campeonato, donde ha dado algunas claves sobre cuál será su rendimiento este fin de semana. 

El retorno al campeonato del piloto británico, que esta temporada ha estado compitiendo en el BSB inglés, ha sido, según reconoce el piloto,  producto de la insistencia del equipo italiano y, sobre todo, de Kawasaki. "Me lo han estado pidiendo durante toda la temporada. Querían que me subiera a la moto en Assen y en Donington, pero mi equipo durante 2016 me lo impidió debido a los compromisos que tenía tanto en Reino Unido como en Japón", confiesa Haslam, que ahora, sin ataduras contractuales, por fin podrá subirse a la 'Kawa'. 

Retorno cauteloso

Las expectativas de Leon Haslam de cara a la cita catarí no son demasiado elevadas. La falta de rodaje en el Mundial, unida al nivel de la montura que pilotará, le hacen tener los pies en el suelo a la hora de marcarse una meta. "Correré con la moto que ha tenido Pedercini todo el año, sin ningún material extra", sentencia el británico. "Kawasaki –prosigue– me ha asegurado que la moto de Pedercini cuenta con el mismo motor, electrónica y suspensiones que el equipo oficial", comenta, aunque también reconoce que existen algunas "pequeñas diferencias". Con este material, Haslam espera "poder firmar dos sólidas actuaciones"

Sobre las diferencias que tendrá la moto del Mundial respecto a la que ha pilotado durante el resto de la temporada, Haslam afirma que pasan, sobre todo, por la electrónica. "Este fin de semana voy a contar con una centralita Magneti Marelli distinta a la que he usado durante el resto del año, donde no contaba con ayudas electrónicas", comenta el piloto, quien resalta que la centralita que pilotará cuenta con control de tracción y un freno motor distinto. 

En cuanto a las expectativas que se marca para el fin de semana, Haslam es cauto. "Tenemos que esperar para ver dónde está la moto y hasta dónde podemos llegar con ella", comenta. Anthony West, con un quinto puesto en lluvia en Sepang, logró el mejor resultado para Pedercini, con lo cual, el nivel de la moto no es soberbio. El piloto, más allá del potencial que pueda tener para la última cita del Mundial, se muestra agradecido por poder regresar a la pista donde ganó la segunda carrera del fin de semana la temporada pasada

Ofertas poco competitivas

El regreso de Leon Haslam, en principio, no tiene vinculación para la próxima temporada, aunque el piloto reconoce que colaborará con la marca japonesa en algunos test invernales. Reconoce que, en la pasada pretemporada tuvo varias ofertas para seguir en el Mundial, pero que ninguna le permitía "luchar con Kawasaki y Ducati", y que "luchar por una quinta posición no tiene atractivo" para él. 

Para el año que viene, a Haslam le gustaría obtener un asiento competitivo que le permitiera luchar por el título, afirmando que "no la dejaría escapar". La realidad es que esa opción no se le ha presentado al veterano piloto británico, que aún así, no pierde la esperanza de poder regresar al Mundial. "Si tengo la oportunidad de ganar, por supuesto que volveré", sentencia Haslam. 

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