Que nadie haya conseguido, en todo el siglo XXI, ganar dos Mundiales seguidos de Superbikes, habla mucho de la extrema competitividad de dicho campeonato, y de la diversidad de marcas que pueden dominar en la categoría en una misma década. Que Jonathan Rea haya sido capaz de romper esa racha habla genial de lo logrado por el norirlandés, que entra ya en la lista de los mejores pilotos de la historia del campeonato. Dos títulos y 38 victorias que le hacen plantearse llegar a ser el más grande de la historia de SBK.

Tras un dictatorial triunfo en 2015, este curso ha sido algo más complicado para Rea. La escasa evolución de la Kawasaki, con un modelo muy similar a la del año pasado, la mejora de rendimiento de Tom Sykes y el increíble paso adelante de Chaz Davies y su Ducati son algunos de los factores que han hecho que Rea no fuese capaz de cerrar su título hasta el último fin de semana de la temporada -algo que, por ejemplo, el año pasado lo consiguió en el antepenúltimo GP del curso-.

Los números hablan por sí solos: en el mismo número de mangas disputadas (26), las victorias de Rea se han visto reducidas de 14 a 'sólo' nueve. Sin embargo, la efectividad ha sido exactamente la misma, con 23 podios -sólo ha fallado en su cita con el cajón en su avería mecánica en Laguna Seca, su caída en Lausitzring y en el cuarto puesto de la caótica carrera de sábado de Magny-Cours-. Quizás sea esta regularidad la que le ha hecho campeón con relativa comodidad, sin siquiera ser el piloto con más triunfos del año.

La gestión del campeonato, la clave de su éxito

El británico comenzó el año como un tiro, ganando las tres primeras mangas del curso -doblete en Phillip Island y victoria cómoda en la primera carrera de Chang-, lo que le dio ya una ventaja importante en la general, con 34 puntos sobre Sykes y 36 sobre Davies. Esa ha sido la base que ha cimentado el triunfo de Rea este año, puesto que en las 23 restantes sólo les ha sacado 17 puntos más a ambos. Es cierto que también completó en exhibiciones en circuitos como Assen o Misano, pero la mayor parte del año se dedicó a gestionar la situación.

A diferencia de Davies, piloto con más victorias de la temporada -11-, Rea ha sabido acabar segundo cuando lo necesitaba, como ha venido haciendo en los últimos meses. De hecho, de las últimas nueve mangas del año, el campeón sólo ha ganado una, la segunda de Lausitzring, en mojado, el día que prácticamente sentenció el campeonato, con Sykes por los suelos y Davies incapaz de ir más allá del sexto puesto. Eso es lo que ha marcado la diferencia entre Rea y Davies: la regularidad.

El mérito de Rea reside también en haber sido capaz de ganar a Sykes con una moto que ha sido creada, en gran parte, por el campeón de 2013. Tienen estilos radicalmente opuestos en la conducción y el hecho de que Jonathan sea un piloto mucho más 'camaleónico' y con capacidad de adaptación hace que Kawasaki opte más por la vía de Sykes. Aún así, Rea ha sabido adaptarse, ha sabido pilotar como hace Sykes en algún momento, y ganarle. No de forma aplastante como en 2015, pero sí controlándole en todo momento, superándole en más del 60% de las carreras disputadas.

Una amenaza para Fogarty

Y ahora, ¿qué? Ha ganado dos Mundiales seguidos, se ha convertido en el primero en hacerlo desde 1999, pero no parece tener techo. A sus 29 años, está en el momento adecuado y en el lugar preciso. Lejos quedan ya sus pretensiones de llegar a MotoGP (recientemente ha asegurado que, si no hay una moto de fábrica esperándole, no acudirá a esa llamada) y está centrado al 100% en seguir ganando con Kawasaki en Superbikes. Los récords de Fogarty (cuatro Mundiales y 59 victorias) no están tan lejanos y, si la marca japonesa le sigue otorgando un material ganador, es una seria amenaza para el mítico 'Foggy'.

Quizás la mayor inquietud para el rey de SBK sea ahora Ducati. Tienen un poder económico superior al de Kawasaki -pese a que el sueldo de Lorenzo el próximo curso obligue a reestructurar el presupuesto destinado a Superbikes- y Davies está a un nivel de pilotaje cercano o incluso superior al de Rea. En 2017, el galés podría estar ya preparado para destronar al bicampeón de Superbikes que, una vez mostrada su superioridad ante Sykes, quizás tenga que vigilar con mñas atención a su otro gran rival generacional.