La hora de la verdad se acerca. El tablero está preparado, aún con resquicios verdes que no se han ido tras las últimas partidas disputadas. Y es que el verde ha sido el dominador holgado de las últimas entregas de este juego. Jonathan Rea que, tras temporadas de agonía en una Honda que no le permitía explotar todo el talento que posee aterrizó en Kawasaki y ha arrasado. Ha destrozado récords, ha mantenido una ambición digna de un gran campeón y, sin duda, se ha convertido en el jugador de referencia.

La temporada pasada hubo un hombre que quiso hacerle frente, pero que llegó tarde a la llamada. Capaz de humanizar al intratable Rea, pero incapaz de arrebatarle la corona a su rival. Siete victorias en las últimas ocho carreras no fueron suficiente para que Chaz Davies pudiera poner en apuros a un Rea que gozaba de una cómoda posición con la cual, solo conservando y manteniendo a ralla a sus competidores ya le bastaba para emular a Carl Fogarty y revalidar su corona.

La irregularidad da paso a la solidez

A pesar de la decepción que supuso no poder alcanzar ni siquiera el subcampeonato que se llevaría no sin polémica el segundo Kawasaki Tom Sykes, Chaz Davies marcó el camino que quiere seguir en la temporada que arranca en pocos días. Un inicio de temporada marcado por la irregularidad en sus resultados, la cual, a la postre, le alejaría de toda opción en el Mundial, sirvió como el punto de autocrítica a partir del cual labrar un camino hacia el éxito

Foto: Ducati

La mejora en el entendimiento de una moto compleja como suele ser la Ducati, unida a un crecimiento exponencial a nivel de pilotaje y de gestión de unos neumáticos Pirelli bastante críticos en cuanto a durabilidad fueron las bazas que llevaron a Chaz Davies a lograr un final de temporada pletórico. Tres dobletes en las tres últimas citas pusieron el broche de oro a una temporada donde el británico fue claramente de menos a más. Pero ese cambio de rumbo no fue suficiente para cambiar la historia del Mundial. 

Con este palmarés aún candente en la retina tanto de Davies como de sus rivales, el británico afrontó una pretemporada donde en ningún momento trató de ir a buscar una vuelta para acaparar las portadas de los diarios. Su función no era esa, sino más bien tratar de encajar todas las piezas construidas en su interior y tratar de aplicarlas a la nueva Panigale, la cual, en sus mandos, demostró ya en 2016 no estar demasiado lejos de su competencia

Veteranía para seguir creciendo

Para seguir en la lucha, todo equipo debe renovarse constantemente. Ya lo dice el dicho: "renovarse o morir". Ducati no ha sido la excepción. Davide Giugliano, un piloto tan talentoso como irregular, no ha terminado de asentarse en el equipo, y la sombra de Davies le quedaba cada vez más lejos. Ante esta situación, Ducati ha apostado sobre seguro, dandole la oportunidad de regresar a un viejo conocido: Marco Melandri, un clásico en el Mundial de Superbikes durante las últimas temporadas. 

Marco Melandri será el compañero de equipo de Davies en 2017 | Foto: World SBK

La llegada del italiano al garaje de Ducati asegura más fiabilidad y regularidad al equipo. Desde el punto de vista de Davies, ahora sabe que tendrá a su lado a un rival más exigente de lo que fue Giugliano, condenado por sus errores puntuales y las numerosas lesiones que sufrió durante su estancia en el equipo. El rendimiento de Melandri es, por ahora, una incógnita, aunque por lo visto durante los diferentes entrenamientos de pretemporada, el italiano no ha estado lejos de su nuevo compañero. La pelea en el garaje del Aruba.it está servida. 

Checa, Bayliss y Fogarty en el punto de mira

La historia de todo certamen siempre tiene capítulos especiales, dedicado a aquellos que escriben páginas gloriosas que se quedan en la retina de los aficionados. Ducati, como fábrica veterana y carismática en el Mundial de las motos de serie, se ha ganado el honor de formar parte de esta historia. De su puño y letra se han escrito varios de los episodios más memorables del Mundial de Superbikes. El dominio de Carl Fogarty, con sus cuatro mundiales en la década de los 90, los tres que logró el incombustible Troy Bayliss y el más reciente, el logrado por el español Carlos Checa en 2011, son algunas de las muestras de lo que busca Ducati este 2017 de la mano de Chaz Davies: volver a teñir de rojo el tablero, relegando al verde a un segundo plano. 

Troy Bayliss logró su último campeonato con Ducati en 2008 | Foto: Clive Mason - Getty Images 

Claro está que el desafío al que se enfrenta Chaz Davies, baluarte de los italianos, no es nada fácil. El hambre de Jonathan Rea por seguir ganando y el afán de Tom Sykes por no permanecer en la sombra de su compañero de equipo serán sus principales obstáculos en su ruta hacia la cima. La Panigale que ha ido construyendo desde su llegada a Ducati allá por el 2014 está cada vez más cerca del liderato. La constante lucha interna en la fábrica italiana por seguir mejorando, unida al crecimiento de Davies, hace que se esté formando un cóctel interesante de cara a un 2017 que promete emociones fuertes.