Blue tears keep on fallin’ for you dear, now you are gone
Una de sus frases es lamentablemente aplicale a su carrera: "La muerte significa, a menudo, un gran paso en tu carrera'' | Foto: npr.org

Charles fue el nombre que recibió cuando nació en Texas el siete de septiembre de 1936, coincidiendo su nacimiento con la extinción de los tilacinos, pues moría el último de su especie en una jaula en el del Zoo Hobart en Tanzania. Nacer el día de la extinción de una especie es algo triste, así que tienes que hacer algo grande para conseguir que tu cumpleaños sea recordado y Charles lo hizo.

Charles Hardin Holley era su nombre completo, aunque probablemente no os diga nada, pero la verdad es que no importa ya que el arte no necesita un nombre ni un apellido, así que él no necesita más presentación que la carta que su voz brinda. Aunque si necesitáis un nombre, su aka era Buddy Holly y su símbolo sus gafas de pasta negra.

Este sobrenombre se lo dio su familia y también por ella le viene la pasión por la música pues de pequeño tocaba con sus dos hermanos mayores diferentes instrumentos entre ellos la guitarra y en banjo. Con cinco años ganó su primero concurso de canto con la canción Have you ever gone Sailing (down the river of memories) y con tan solo 13 grabó su primer solo, una versión de My Two Timin’ Woman con un magnetófono de alambre, del mismo tipo de los usados en la segunda guerra mundial. Con 16, montó su primera banda acompañado de Bob Montgomery, un compañero de instituto y juntos comenzaron a actuar en clubs y en diferentes shows de talentos. Esta primera formación es el inicio de su camino hacia la fama y por tanto el primer paso para forjar su leyenda.

Buddy es considerado la fuerza creativa que más ha influenciado al "primer" rock and roll. Ante tal consideración cualquier adolescente de 22 años se sentiría superior, pero él no era así. De hecho, una de sus frases más conocidas es: "Sin Elvis ninguno de nosotros lo habría hecho". La primera vez que vio actuar ‘al Rey’, le marcó profundamente tanto que en cuanto el show acabó se encaminó a su camerino decidido a hacerse su amigo y lo consiguió. Esta amistad les abrió a Holly y a Bob algunas puertas pues Elvis los invitó como teloneros en diferentes actuaciones hasta que la Decca los fichó en una de estas actuaciones. Curiosamente porque querían un rival para Presley.

Una corta e intensa trayectoria

Buddy, Bob y Larry enviaron diferentes grabaciones en discos de acetato a la compañía que quedo sumamente sorprendida, aunque este proyecto no pudo salir a delante pues Larry preferió dar prioridad a sus clases, así que tuvieron que buscar un substituto. Una de las curiosidades de esta etapa es la evolución de su apellido de Holley a Holly por un error a la hora de escribirlo en el contrato, aunque a él no le importó y decidió que lo acompañaría durante su corta carrera.

Es en este año, 1956, monta su famosísima banda The Crickets acompañado de Niki Sullivan –guitarrista–, Jerry Allison –batería– u Joe Mauldin –bajista–. A pesar de la fama que lograron juntos, Buddy no se sentía cómodo en la atmosfera de trabajo que la Decca había creado pues en su primera grabación no le permitieron tocar la guitarra y ninguno de los componentes quedó satisfecho con el producto final. Aún así de esta primera sesión han quedado impresionantes piezas como Blue Days, White Night que vendió la friolera de 19.000 copias. Pero no parecía ser suficiente ya que Decca no queda satisfecha y en 1957 le informan de que su contrato no será renovado, eso sí le advierten de que no puede volver a grabar las canciones que había grabado para ellos en un plazo de cinco años, lo que supone que Buddy, quién morirá dos años después, no puede reinterpretar aquellos temas con los que había quedado tan insatisfecho como Modern don Juan.

Con 20 años Buddy firma dos contratos con dos sellos subsidiarios de la Decca, por una parte Brunswick lo acompaña en su carrera con los Crickets, por la otra Coral para su carrera en solitario.. En esta etapa produce Peggy Sue yThat’ll be the day que no tardan nada en encandilar al público y cómo en el caso de Peggy Sue, de convertirse en un símbolo del rockabilly. Además, es una canción que guarda una historia, pues toma su nombre de Peggy Sue Gerron, la pareja y futura esposa del batería de The Crickets, con la que estaba reñido por aquel entonces. Este tema tiene una especie de segunda parte, Peggy Sue got Married, que se encontró en casa de Buddy poco después de su muerte, la cinta en cuestión fue mejorada y el sonido corregido hasta el resultado que conocemos a día de hoy.

Cuando se dice de Buddy que era un tío sencillo, se dice con motivos pues su esposa, María Elena Santiago, era la secretaria de un ejecutivo de la industria música y no una gran estrella. Una boricua de la que se enamoró al momento y a la que pidió en matrimonio durante su primera cita. Obviamente su ella dijo "sí" y la boda vino tan solo dos meses después. Fue un flechazo tanto por parte de él como de ella pues en la que hubiera sido la fecha de sus bodas de oro, María declaró: "teníamos algo especial. Era amor a primera vista. Era como si estuviéramos hechos el uno para el otro. El vino a mi vida cuando lo necesitaba, y yo fui a la suya".

La ambición de Buddy creció alentada por la imagen de Nueva York, hasta el punto de romper con sus compañeros de The Crickets que volvieron a su Lubbock natal, el decidió quedarse en un apartamento en la quinta avenida. En ese mismo apartamento conocido como El apartamento de las cintas se encontraron tras su muerte los originales de Crying, Waiting Hopping y What to Do.

El día en que la música murió

El 23 de enero de 1959 le ofrecieron un lugar en la Winter Dance Party, un tour de tres semanas en el que iría acompañado de otras figuras relevantes del momento. A una oferta así, no se le puede decir que no así decidió enrolarse y disfrutar de la gira que parecía ir a la perfección hasta que el dos de febrero se subió en una pequeña avioneta de la que nunca llegaría a bajarse. Holly, y otras tres personas más murieron en aquel vuelo a Minnesota a primeras horas del tres de febrero a tan solo cinco millas del aeropuerto. Este accidente aéreo está considerado uno de los grandes misterios de la música pues nadie vio ni escucho el golpe. Ese tres de febrero quedó re-escrito como el día que murió la música e inspiró a diferentes artistas, entre ellos a Don McLean para componer la archiconocida American Pie en la que la referencia a este día es más que clara: "And the three men I admire most, the Father, Son and the Holy Ghost / They caught their last train for the coast the day the music died. [Y los tres hombres que más admiro, el Padre, el hijo y el Espíritu Santo / tomaron el último tren a la costa el día en que la música murió]".

Como es normal en el mundo de la música, este accidente no se libra de una leyenda negra y hay diferentes teorías sobre él, entre ellas que un disparo del revólver de Holly causó la caída de la avioneta.

Su cuerpo fue sepultado días después, pero su legado todavía perdura pues ha influenciado a diferentes artistas a lo largo de estos 55 años que llevamos sin el cantante de aspecto aniñado y voz rompedora. Podemos decir que no se equivocaba nada cuando cantaba: "Well, you're gonna miss me early in the morning one of these days, well, you're gonna want me, early in the morning, when I'm away, hey, hey don't you know". Porque de verdad, Charles, te echamos de menos.

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