Cuando Blur entró en el Olimpo
Blur en directo. - FOTO: Nbhap.com

Hace 20 años, Damon Albarn se paseaba por Ibiza -tierra natal de los ingleses- y observaba como hombres y mujeres se rozaban, acariciaban e incluso practicaban sexo vacacional. Sin quedar muy claro el ambiente por el que se movía el músico, escapó horrorizado de ese círculo y volver a su lluvioso Colchester para escribir Girls and Boys, el tema de apertura de Parklife.

Tercer disco de Blur, y estallido de fama. Albarn, Coxon, James y Rowntree, amigos de la universidad ponían a su banda en el punto más álgido en el que se encontró nunca. Una de las portadas más reconocibles de la historia de los noventa (los dos galgos tomando una curva en una carrera) y un sonido que nunca supieron volver a encontrar, siendo sin embargo el más arquetipo de su trayectoria. Tal vez la heroína tuviera algo que decir en este problema.

La calidad de Coxon queda latente en cada canción, demostrándose como (tal vez) el mejor guitarrista de la hornada noventera. El timbre de voz de Albarn recordando a Lennon y siguiendo la tónica de Tom Yorke. El bajo de James dandole una presencia notable después de unos años ochenta aciagos para el sonido británico.

Canciones melódicas como Banhead, aceleradas como Bank Holiday, la stoniana (por Stone Roses) Girls and Boys, y una segunda mitad de LP que recogerá el ritmo, sencillez e intensidad de lo que será Blur en los años venideros. Y Parklife, símbolo cultural de la juventud inglesa.

Publicado el 24 de abril de 1994, Parklife narró todo lo cotidiano, todo lo que se quiso dejar de ser gracias a la música. En EEUU no entendieron el disco, pero en sus propias fronteras el tema elevó al álbum a una categoría superior. Nunca 3:05 minutos fueron tan aprovechables para una banda de música.

Seis meses después, Oasis debutaba con Definitely Maybe. Doce meses después, Pulp publicaba Different Class. Dos años después, Radiohead lanzaba el definitivo OK Computer. Y Counting Crows desde América el August and Everything After. El mercado ahogó a Blur, sin poder crecer en público, pero dejando feligreses en el camino, que a cada rumor de reagrupación (como en el 2008), no caben en sí de alegría.

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