Carlos Sadness, en Alcalá de Henares
Carlos sadness cantando en la Sala "The Green Irish pub" de Alcalá de Henares | Foto: Elena Andrés Alonso

Lígula, una banda formada por siete músicos que está comenzando a emerger en el panorama nacional, sirvió el primer plató de la noche con canciones como “Missing Bird” o el tema instrumental “The way”. Regalaron al público del “The Green Irish pub” de Alcalá de Henares un sonido diferente, intimista y experimental que mezcla el más puro indie- rock con la tendencia country. Sin duda una brisa de aire fresco que avivó la energía de los presentes ya ansiosos por ver a Carlos Sadness, el cantante y ahora también escritor del libro “Anatomías íntimas”. Éste polifacético artista catalán dejó todo su mundo y carisma en el escenario desde el primer instante que pisó el suelo de madera y agarro su ukelele.

Su reciente álbum "La idea Salvaje" está triunfando en el panorama musical

Su último álbum “La idea Salvaje” y su innegable talento está cosechando numerosos éxitos, por lo que no sorprende su triple soldout en cuestión de minutos para las tres fechas de conciertos en Ciudad de México. Tras su primera interpretación confesó a los asistentes que llevaba unos días sin hacer conciertos, y que por ese motivo estaba especialmente contento de estar allí ante la mirada eufórica de su público.

Así la felicidad se repartió a partes iguales entre el propio artista y el público de ese pub irlandés situado en pleno casco antiguo de la ciudad de Alcalá. Canciones de su último álbum como “Bikini”, “Qué electricidad” y “Perseide” hicieron bailar y cantar a viva voz a los espectadores, tan entregados que no necesitaron si quiera la ayuda del intérprete para seguir las letras. Demostró ser un gran contador de historias, algo que ya se intuía tras el documental musical “Monteperdido”, introduciendo con relatos pistas del tema que tocaría a continuación. De esta forma enseñó canciones como “El día que volviste a La Tierra” y “No vuelvas a Japón”. Además presentó algunos temas emulando a su ya antagonista musical Shinoflow. Así acompañado de la improvisación del rap y sus golpes de humor despertó numerosas sonrisas entre el público de la Sala. También se vivieron momentos emocionantes cuando un padre tras unas breves palabras con el artista subió a su hijo de seis años al escenario. Resulto ser un verdadero showman que provocó las simpatías de los asistentes y del propio Carlos Sadness. O cuando recordó la historia del robo de su ukelele en la Sala But de Madrid que precedió al tema de “Houdini”. Tras la última canción los tres músicos y el propio Sadness se despidieron del público mientras recibían una sentida y larga ovación.

Carlos Sadness en plena actuación | Foto: Elena Andrés Alonso
Carlos Sadness en plena actuación | Foto: Elena Andrés Alonso

 

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