Los nadadores máster -categoría paralela a la absoluta, sin margen de edad ni marcas mínimas- están que trinan con la Federación Española, y es que ésta les cobra por disputar el Campeonato de España de Natación Máster. Pagar por disputar el campeonato venía siendo habitual, pero este año el precio de las licencias ha subido aún más, alcanzando ya los 50€ por nadador. Además de las licencias individuales, los clubes también deben pagar una licencia colectiva de 540€, algo que muchos clubes -sobre todo en estas circunstancias- no se pueden permitir.
Los nadadores máster deben hacer frente al pago de la licencia nacional, en caso de que quieran competir en el Cto. de España, y también de una licencia territorial para competir en los campeonatos por comunidades, que oscila entre los 30 y los 50€. Los nadadadores demandan poder competir en los Campeonatos de España usando su licencia territorial.
El alto precio de las licencias hace que el número de nadadores dispuestos a asistir al Cto. de España se desplome, ya que no se sólo la licencia, también hay que pagar desplazamiento, alojamiento e inscripciones en pruebas. Por cada prueba que dispute un nadador debe pagar un "impuesto", que irá descendiendo en cuantía si se nadan otras pruebas más. Todo un negocio para la RFEN.
Por si fuera poco, pagar la licencia nacional a estas alturas puede ser poco menos que arriesgado, ya que si es seguro que el Campeonato de España de Natación Máster de Invierno se celebrará en Barcelona del 7 al 10 de febrero, nadie sabe dónde se celebrará el de verano, que igual ni se celebra. La última noticia que tuvo un servidor al respecto es que la RFEN decidió dejar de compartir ingresos derivados de inscripciones en pruebas con el club organizador del evento, por lo que organizar un Cto. de España se convierte en un agujero contable para cualquier club. En esta circunstancia hay pocos clubes dispuestos a asumir el coste de organizar un evento para más de mil nadadores a mayor gloria de la Federación.
Por todo esto, los nadadores máster han decidido usar una conocida plataforma de peticiones para dirigirse a Fernando Carpena, presidente de la RFEF, y pedirle que haga algo al respecto, para así poder disfrutar del deporte y de la competición sin tener que poner en juego la economía familiar.