Tras en 2009 batir un récord del mundo en los 50 metros mariposa y dos bronces en el Mundial de Roma, a Rafa Muñoz se le abrió el suelo para caer en un profundo agujero que le llevó a una depresión que más tarde superó. Ahora a sus 28 años, el cordobés ha anunciado su retirada oficialmente: “De la natación no quiero saber nada". No hace mucho que esta marcha se podía deducir ya que en su última gran competición en el Mundial de 2015: fue eliminado en las semifinales de los 50 mariposa y no nadó los 100 mariposa.

Todo el año 2009 en una nube llena de triunfos y éxitos en el agua en que  Rafael Muñoz consiguió el aún vigente récord mundial de los 50 mariposa (22.43), obtuvo nueve de sus diez mejores marcas personales en los 100 mariposa y todo ello con aquel traje de poliuretano que tras su prohibición en 2010 ya no volvió a ser el mismo. 

La depresión de Muñoz llevó a varios intentos de suicidio: "Hoy ya puedo hablar de todo aquello. Al principio sentía miedo. Luego, vergüenza. Ahora me siento orgulloso por haberlo superado. Síndrome del burn out. Quemado. Así lo diagnosticaron. José Carlos Jaenes, el médico que llevaba mi caso en el Centro Andaluz del Deporte (CAD) en Sevilla, me dijo que el mío era el proyecto más difícil de su carrera profesional. ‘Si no te saco adelante, dejo la psicología’, me repetía".

El cordobés la decisión de su retirada la ha anucniado en una entrevista de La Vanguardia viéndolo totalmente necesaria: "esto es una cruda realidad, que sólo se ve en un círculo muy cerrado, y que queda en la más oscura intimidad" y, entre otros motivos, añadió que quiere "concienciar a las instituciones de que todos los deportistas se desviven por llevar la bandera de España a lo más alto".

No tiene muy clara la visión de España frente a los nadadores que se esfuerzan y luchan al máximo por cumplir sus retos: "primero es la medalla y luego el deporte y lo que no saben es que sin deporte no hay medallas..." y por eso pidió que en el futuro se cuide a las generaciones más jóvenes, "que suben con ilusión y ambición, con apoyo en todos los sentidos: psíquico, físico, institucional, moral y sobre todo laboral."