El deporte de élite desgasta mucho, tanto a nivel como físico como mental. Yannick Agnel se erige en otra prueba de ello, un juguete roto de la natación cuya precocidad ha terminado siendo su peor enemigo. Con tan solo 24 años, el galo anunció su retirada a través de su perfil de facebook, con un mensaje en el que declaraba que era hora de "afrontar nuevos retos fuera del agua". 

El galo había dejado entrever la posibilidad de retirarse tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 pero al no poder clasificarse por un mal rendimiento en los Campeonatos de Francia, los aficionados pensaba que reconsideraría su decisión. Nada más lejos de la realidad. La vida de Agnel parece estar lejos de la piscina. "La vida tiene muchas riquezas y experiencias por vivir más allá del agua de una piscina", señaló un Yannick que parece encaminar su vida hacia la universidad.

"Ha sido un orgullo y un honor representar a mi país por todo el mundo y quiero dar las gracias a todos mis seguidores ya que sin ellos habrían sido imposibles todos los éxitos alcanzados", señaló el hombre que obtuvo dos medallas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (4x100 y 4x200 libres), fue campeón del mundo en Barcelona 2013 (200 m libres y 4x100) y campeón de Europa en 2010.

Agnel tuvo una infección pulmonar en 2015 que le alejó de la carrera olímpica

Yannick Agnel atesora la mejor marca de la historia en 200 metros libres con bañador textil, tras sus 1:43:14 logrados en Londres 2012, superando las marcas de Michael Phelps y Paul Biedermann. Además, atesora el récord mundial en piscina corta en 400 metros libres. Tuvo problemas de salud en 2015 que le impidieron acudir al Mundial, y que parecen haber precipitado su retirada. Se va un mito de la piscina.