En la final de combinado libre, última femenina de natación sincronizada del Mundial de Budapest, el equipo español ha finalizado quinto. Una final marcada por la ausencia de ejercicio ruso, en la que el oro ha sido para China, la plata para Ucrania y el bronce para Japón.

A las ocho nadadoras españolas que ya disputaron las finales, tanto de equipo técnico como de libre, (Leyre Abadía, Berta Ferreras, Carmen Juárez, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Sara Saldana y Blanca Toledano), se les sumaron Ariadna Ariso y Helena Jauma para completar las diez que nadan esta prueba que combina solo, dúo y equipo. El ejercicio fue el mismo que se ejecutó en los Mundiales de Kazán, denominado Amaluna, con el que este joven equipo ha conseguido superar los noventa puntos (90.6667).

Las chinas comenzaban guerreras el ejercicio, dispuestas a librar una gran batalla tanto en la rutina como en las notas, una pelea de la que, prácticamente con seguridad, iban a salir vencedoras debido a la ausencia del combo ruso. La dificultad y la buena ejecución, cercanas al nivel que suele presentar Rusia, les permitió sobrepasar por una décima los 96 puntos, haciéndose indiscutiblemente con la primera posición. De esta manera China conseguía su primer oro en esta modalidad.

La plata fue para Ucrania, equipo que ha realizado globalmente una gran competición, y de la que se llevan cinco bronces y esta plata. El ejercicio, donde destacaron las grandes acrobacias, alguna bastante original, las ha hecho conseguir una calificación de 94.0000, que aumentaba en casi un punto la nota lograda en la eliminatoria, consolidando así el segundo escalón de este podio.

Las japonesas tenían casi asegurado el bronce en caso de no alcanzar a las ucraniana, porque con Italia y España, que ocuparon la cuarta y quinta posición en la preliminar, tenían una diferencia sustancial de más de dos puntos. Las niponas presentaban un ejercicio novedoso, muy artístico en comparación a lo que nos tienen acostumbrados. Sin embargo, su temática no era tan innovadora, rutina sobre sirenas, siendo una de las más recurrentes en el mundo de la sincronizada. La espalda de los bañadores recreaba la cola de estos seres mitológicos, siendo en cada nadadora de un color diferente. Esta nueva apuesta de Japón fue puntuada por los jueces con 93.2000, otorgándole el segundo bronce que han ganado en este Mundial.

El equipo italiano, que ha quedado cuarto, también ha recurrido al mundo marino y sus animales. Su incremento en la nota no les ha valido para entrar en la lucha por las medallas, pero si para mantener esa cuarta posición por delante de las españolas.

Esta ha sido la última final para todas las nadadoras del equipo español, excepto para Berta, a quien le queda por nadar la final de dúo mixto libre con Pau Ribes, partiendo de la quinta posición obtenida en la preliminar de esta modalidad.