St. Louis ya no será la casa de la franquicia que tras una estancia de 20 años decidió romper lazos con la ciudad en favor de Los Angeles que, tras mucho tiempo en busca de una franquicia para su ciudad, la ha conseguido en los Rams.

La franquicia sintió que esa era su casa ya que tras su fundación en 1936 y una breve estancia en Cleveland hasta 1946, se mudaron a la ciudad, donde su relación se extendió 49 años viéndolos ganar un solo título en 1951. En 1995 y tras problemas entre los dueños, políticos de Los Angeles y aficionados de la franquicia deciden mudarse a la ciudad de St. Louis donde fue donde les vieron ganar su única Super Bowl en el año 2000, pero no fue la única jugada ya que tras ganar en la Super Bowl XXXIV contra los Tennesse Titans fueron vencidos frente a los New England Patriots tan solo dos años después en la Super Bowl XXXVI.

Como en la mayoría de los casos de traslados de las franquicias en la NFL, el motivo de la marcha han sido violaciones en el contrato con la ciudad, incumplimientos en los plazos para remodelaciones en el estadio y el exceso de impuestos en opinión del dueño de la franquicia. Todos estos motivos llevaron a tomar la decisión de dejar la ciudad y con Los Angeles esperando una franquicia no tuvieron mucha dificultad en llegar a un acuerdo.

Por lo que a Chargers y Oakland respecta, también inconformes en sus respectivas ciudades, no tendrán que esperar mucho tiempo si no quieren para trasladarse ya que los Chargers, posicionados mucho mejor que los Raiders, tendrán un año para decidir si quieren una relocalización en Los Angeles y compartir ciudad con los nuevos Los Angeles Rams. 

El caso de los Raiders es mucho más complicado ya que tras declarar que la ciudad todavía les debe 100 millones de dólares por la remodelación del estadio todavía no sabe donde se mudará ni si jugará en Oakland, ya que también declararon que que en estos momentos no tienen ningún contrato de alquiler en el Coliseo de Oakland.