Las quinielas sitúan a Myles Garrett como el favorito para convertirse en la primera elección del draft de 2017. No solo disfruta de músculos para lucir en la playa, sino que es fuerte de verdad. Tiene explosividad, lo que le ayuda a desestabilizar la línea ofensiva rival. Posee movimientos de giro hacia cualquier dirección que son muy difíciles de parar. Tiene muchísima aceleración en carrera y es un peligro en campo abierto. Por todo esto, los expertos consideran que será un jugador dominante en la liga. La franquicia de Cleveland tiene mucho trabajo por delante para seguir con la reconstrucción del equipo y el Defensive End puede ser la piedra angular sobre la que se cimente su defensa en los próximos años: “Si no me elegís con la primera elección del draft, castigaré vuestro equipo durante los próximos diez o doce años”, ha afirmado Garrett. Él asegura que triunfará en la NFL. Los expertos también lo creen. Pero esto no es una ciencia, sino una lotería, y ahí radica la magia del draft.

“Si no me elegís con la primera elección del draft, castigaré vuestro equipo durante los próximos diez o doce años"

Myles Garrett/ Foto: CBS
Myles Garrett/ Foto: CBS

No todos los escogidos con la primera elección del draft acabaron tan bien como prometían. Los Raiders se las prometían felices en 2007 al tener el primer pick. Los de Oakland eligieron al MVP de la Sugar Bowl, JaMarcus Russell. Podrían haber elegido a Calvin Johnson, que fue escogido el segundo por los Lions, algo que no se perdonarán. El quarterback empezó con el pie izquierdo, ya que no se unió al resto de sus compañeros en los entrenamientos hasta que firmó el contrato que creía merecer. Para entonces, ya se había disputado la primera jornada de la liga. El entrenador no le dio minutos hasta que la temporada casi había acabado y ya no tenían posibilidades de clasificarse para los playoff. El jugador estuvo tres temporadas en los Raiders. En la pretemporada siguiente se presentó con un notorio sobrepeso. En ese momento se terminó su carrera. En cuanto pudo el equipo, cogieron las tijeras y le cortaron de la plantilla. Quiso volver a la liga, perdió peso, pero nadie le volvió a tomar en serio.

JaMarcus Russell / Foto: NFL
JaMarcus Russell / Foto: NFL

Quizá la presión no sea buena para todos, y que te escojan el número uno del draft no ayuda. Aunque siendo quarterback, la presión es parte del empleo. David Carr no pudo con ella, y por eso no logró triunfar en la NFL. En 2002 fue escogido por los Texans con la primera elección del draft. En los cinco años que pasó en Houston, recibió un total de 249 sacks. Tras salir del equipo tejano, vagó por varios equipos. Su primer destino fueron los Panthers. Tras su fugaz paso por Carolina, aterrizó en Nueva York donde permaneció dos años. En 2010 se fue a San Francisco donde estuvo un año. Volvió a los Giants, donde en esta segunda etapa, consiguió el único anillo de campeón que posee siendo el quarterback suplente de Eli Manning.

David Carr / Foto: NFL
David Carr / Foto: NFL

Otro fiasco fue la elección de Andre Ware. El mariscal de campo ganó el trofeo Heisman en 1989. Al año siguiente, los Detroit Lions le seleccionaron con el séptimo pick. Su carrera en la NFL fue corta y terminó con un bagaje muy pobre. Jugó cuatro años en Detroit. Estuvo algunos partidos en Los Ángeles Raiders y una pretemporada en Jacksonville donde finalmente no fue incluido para disputar la campaña. Concluyó su vida en la NFL con unos pésimos números (cinco touchdowns y ocho intercepciones). Tras ser cortado por los Jaguars, se fue a jugar a la liga canadiense. Allí defendió los colores de tres equipos. Puso fin a su vida de jugador profesional jugando la NFL europea con el Berlin Thunder.

Andre Ware con el trofeo Heisman / Foto: ESPN
Andre Ware con el trofeo Heisman / Foto: ESPN

Otro quarterback, Ryan Leaf, protagoniza este “NFL bust”, considerado como una de las peores elecciones de la historia. Estuvo cerca de convertirse en el primer seleccionado del draft de 1998. Este movimiento hubiese cambiado el destino tanto de los Colts como de los Chargers. Indianapolis eligió finalmente a Peyton Manning que acabaría consiguiendo dos campeonatos (2007 con los Colts y 2016 con los Broncos). Los de San Diego prácticamente se hipotecaron para conseguir uno de los dos quarterbacks que estaban llamados a dominar la NFL. Leaf no pudo cumplir las expectativas que había generado y tras tres campañas en las filas de los Chargers se fue a Tampa Bay. Tras una pretemporada mediocre acabó en Dallas, donde jugó tan solo cuatro partidos, en los que solo conoció el sabor de la derrota. El quarterback se retiró inesperadamente a los 26 años con unos pobres guarismos de 14 touchdowns y 36 intercepciones. Una carrera llena de polémicas, peleas con sus compañeros y enfrentamientos con la prensa, llegaba a su final.