Una lesión tras otra. De esta manera empezó la temporada regular y de este modo ha terminado. Cada semana se veían buenos hombres caer en el campo de batalla. Bajas importantes. Si no era el cuerpo de ataque los que sufrían las lesiones, era el equipo defensivo el que veía a sus hombres visitar la enfermería. Si se formara un equipo con los jugadores lesionados, sería capaz de batir a cualquier otro conjunto de la NFL. Hasta el 'emperador' Belichick temería enfrentarse a ellos.
Desde la pretemporada, los dioses del fútbol avisaron a los equipos que haría falta más que un buen libro de jugadas para ganar la Super Bowl, e incluso, para llegar a los playoff.
Profundidad de banquillo
Muchos equipos que optan por llegar a la postemporada están siendo liderados por suplentes. Desde hace mucho, Case Keenum tomó las riendas del equipo de Minnesota y ha llevado a los Vikings a la cabeza de la NFC Norte. El caso opuesto que han sufrido los Packers con la baja de Aaron Rodgers,que no se han sabido sobreponer a la baja de uno de los mejores jugadores de la liga. Carson Wentz, Deshaun Watson, J. J. Watt, Avril, Edelman, Sherman, Antonio Brown, Sam Bradford. Estos son sólo una ínfima parte de todos los jugadores que no han podido ayudar a sus equipos desde el terreno de juego.
En su lugar han jugado los backups. Por eso, aquellos conjuntos que han podido estructurar jugadas según los hombres disponibles son los que más opciones tienen de levantar el trofeo Lombardi. La versatilidad este año ha ido mucho más allá del cada vez más extendido runningback convertido en receptor. En 2017 se han podido visto a linebackers y safeties convertidos en cornerbacks.
Año de cambios y de sorpresas
Hay cosas que nunca cambian, como los Cleveland Browns haciendo el ridículo temporada tras temporada desde hace algunos años. Pero hay otras que sí. Los Jets son un ejemplo. Dejaron el tanking de lado como el que se olvida de un viejo colega. Pero es que encontraron a otro mejor amigo, Josh McCown, que ha realizado una buena campaña liderando a su equipo. Los 49ers también han cambiado de amistades y, al parecer, Jimmy Garappolo es una mejor influencia que los antiguos compañeros de juerga de los de San Francisco. El joven quarterback les guía por el lado bueno.
Y qué decir de McVay, este joven rescató a un 'carnero' que no sabía qué hacer con su vida, le ayudó, le dio calor, cariño y lo ha convertido a ese pequeño animal en todo un monstruo al que todos los equipos temen. Ha llevado a sus pequeños Rams a conquistar la NFC Oeste por delante de unos Seahawks que han dejado de ser ese equipo tan dominante defensivamente. Otros, que necesitan cambios, aunque estos ya ocurrirán en 2018. Estos son algunos de las sorpresas que nos ha dejado el 2017, aunque hay muchas más, tanto en las distintas divisiones, como de jugadores que han destacado.