Los Patriots estaban en las buenas manos de Tom Brady, da igual que fueran 25 puntos detrás del marcador más allá de la mitad del tercer cuarto, el partido acabó con una de las mayores remontadas y una de las mejores actuaciones de una Super Bowl (466 yardas de pase y 43 pases completos).

Con el partido finalizado, a favor de New England Robert Kraft, 34-28, mientras Belichick, Brady y compañía disfrutaban de su quinto anillo, el resto del mundo todavía se seguían preguntado los ¿Qué? ¿Cómo? y ¿Quién?

Revive la emoción de la Super Bowl LI, con un resumen de cine:

La fatiga, un determinante en el partido

Una de los grandes motivos por los que New England pudo salirse con la suya fue manteniendo a la defensa de los Falcons en el campo el máximo tiempo posible. Por detrás del marcador, 21-0 en el segundo cuarto, los Patriots seguían haciendo jugadas de carrera. Con esto lo que conseguían era alargar el tiempo de posesión lo máximo posible, y porque es más difícil realizar un placaje a un corredor- que viene de frente- que a un receptor de espaldas.

Ya en el 4º cuarto, la defensa de Atlanta estaba ya sin aliento, por no mencionar en la prórroga donde prácticamente sus piernas se habían rendido. Poniendo esto en perspectiva, es un total de 40:31 minutos de posesión, un total de 93 jugadas de los Patriots, frente a los 23:27 y 46 de Atlanta. Finalmente, consiguieron la victoria, pero esta estrategia nunca será recordada.

Fallos en las oportunidades

Ambos equipos intercambiaron varias oportunidades decisivas:

En el primer tiempo, los Patriots consiguieron llegar a la yarda 33 y 23 del campo de Atlanta antes de perder la posesión del balón ( primero en un fumble de LeGarrette Blount, y después un pick-six de Brady). Esto les negó dos oportunidades para anotar y al menos, no permitir que Atlanta se distanciara tanto en el marcador.

Por su parte, los Falcons consiguieron penetrar la defensa de los Patriots hasta la yarda 32 y 22, sin conseguir ningún punto de ambos drives (un sack de Dont'a Hightower, y una falta de agarre por parte de Jake Matthews). Algo que puede no parecer tan importante, pero si tenemos en cuenta que un gol de campo (3 puntos) hubiera prácticamente sentenciado el partido, cambia todo el sentido de la jugada.

La defensa en zona

Los Falcons por el cansancio o porque tenían el partido a tiro, fueron menos estrictos en la cobertura:

Durante en el primer tiempo, la defensa de Atlanta dio serios problemas a Brady gracias a la presión y cobertura al hombre con dos safeties o un free safety en medio del campo. Esta defensa forzaba a the G.O.A.T mantener el balón un rato más, lo que permitía que sus defensores llegarán a el en más de una o dos ocasiones.

Sin embargo, y ya en el 4º cuarto, Atlanta jugó más conservador optando por una defensa en zona, lo que permitió a James White, con 110 yardas y 14 recepciones (Record de Super Bowl) y Danny Amendola (8 recepciones, 78 yardas) explotar estos espacios creados por la defensa.

James White, la gran sorpresa

White siempre había sido un gran receptor, pero nunca había realmente mostrado su juego rudo en los partidos de los domingos, algo que, afortunadamente para los seguidores de los Patriots, si pudieron ver el día de la Super Bowl LI.

No solo sorprendió que White fuera capaz de estar a la altura, sino que gracias a él, Belichick y Josh McDaniels aprovecharon diferentes ofensivas ante una defensa de Atlanta que no tenía referencias sobre un jugador que a penas había jugado en toda la temporada.

Atlanta no se atragantó

Son muchos los que piensan que la victoria de los Patriots fue más bien la derrota de los de Atlanta y sus jugadores atragantándose en los momentos más decisivos del partido.

Los Patriots jugaron pésimamente en la primera parte, y simplemente, volvieron a mostrar su mejor versión en los finales 30 minutos del partido, realizando mejores jugadas que los Falcons.

El sack y fumble de Dont'a Hightower, la recepción de Julian Edelman, las dos conversiones de dos puntos tanto de White como de Amendola... todas esas jugadas fueron determinantes para el devenir del partido. Los Patriots cumplieron y la defensa de Atlanta intentó mantener la compostura.

¿Cara o cruz?

El resultado del partido se acabó determinando en la prórroga, sin embargo, son muchos los que creen que tal y como está estructurado el sistema de prórrogas en la NFL, no es la prórroga sino lo que viene antes quien lo decide: la moneda.

Es difícil de creer que la defensa de los Patriots no hubiera podido frenar a los Falcons en los minutos finales, pero si es cierto que ni Matt Ryan ni Julio Jones tuvieron la opción de responder.