Difícil panorama el que tendrán los Miami Dolphins de cara a la siguiente temporada, ya que terminaron con un récord de 6 ganados y 10 perdidos en el 2017 y con poco presupuesto en el tope salarial aunado a las incógnitas en algunas posiciones, el equipo de Florida tendrá que tomar decisiones clave para el futuro.

En primera instancia se encuentra la posición de quarterback, en la que el titular fue Jay Cutler, sin embargo, dejó mucho que desear en la mayoría de sus partidos y en este verano se convertirá en agente libre sin restricciones, pero muy difícilmente los Dolphins le darán cabida en el roster. Se espera que Ryan Tannehill regrese sano a la titularidad, aunque también existe la posibilidad de ir por algún quarterback en el Draft o en la agencia libre, donde se encuentra Kirk Cousins.

El líder de recepciones de la temporada y seleccionado al Pro Bowl no ha renovado contrato con el equipo, Jarvis Landry recibió una propuesta en diciembre, aunque contestó con una contra propuesta que hasta el momento el equipo no ha contestado. Miami solamente cuenta con 9.7 millones de dólares en el tope salarial, por lo que deberá destinar adecuadamente la inversión debido al poco presupuesto que maneja y, sin duda, una de sus prioridades deberá ser firmar al wide receiver.

Ante los problemas en la ofensiva, los Dolphins en el siguiente Draft podrían ir por el jugador de Notre Dame Quenton Nelson, el cual se desempeña como guardia para mejorar la protección al pasador y, además, fortalecer el ataque terrestre tras acabar en la posición 28 en esta categoría.

Otra de las necesidades es en la defensiva, por lo que algunos expertos en Estados Unidos han comentado que los Dolphins pudieran inclinarse por elegir al ala defensiva Harold Landry o al linebacker Malik Jefferson.