Las continuas decepciones de los Denver Broncos en la posición de quarterback han llevado al equipo a confiar en un veterano de siete temporadas y 30 años de edad. Luego del retiro de Peyton Manning y la marcha de Brock Osweiler por algunos millones de dólares, los ahora dirigidos por Vance Joseph tuvieron que confiar en Trevor Siemian y Paxton Lynch sin fruto alguno. 

Case Keenum encontró en Denver su recompensa por haber liderado a los Vikings hasta la final de la NFC de manera inesperada. Hasta antes de dicha campaña, el ahora número 4 de los Broncos se mantenía dentro de la órbita de los sustitutos. A pesar de unos números destacados en su etapa universitaria, terminó sin ser elegido en el Draft del 2012, lo que terminó por condenar su futuro inmediato en la NFL. 

Firmó con los Houston Texans como agente libre y después viajó a los entonces St. Louis Rams. Sin éxito alguno, regresó a NGR Stadium para ganar su primer partido de liga ante los Baltimore Ravens. Aficionado a las segundas etapas, volvió a los Rams, pero solamente para ser el suplente de Nick Foles y, eventualmente, de Jared Goff

Inició la temporada del 2017 como el virtual suplente de Sam Bradford en Minnestota, pero ante la lesión del egresado de Oklahoma, asumió los controles de los Vikings. Aquello terminaría siendo la resurrección de Keenum, quien incluso llegó a estar en las conversaciones del Jugador Más Valioso de la campaña. Apoyado en una de las mejores defensivas de la liga, lideró un ataque temido por cualquier equipo, junto con Stefon DiggsAdam Thielen y Kyle Rudolph

En Denver se encontrará con un equipo en una total reconstrucción. La defensiva secundaria, una de sus principales fortalezas, sufrió la baja sensible de Aqib Talib. Ahora mismo, su principal herramienta parece ser la dupla que formará Von Miller con la primera selección del equipo, Bradley Chubb. A la ofensiva, parecen haber olvidado los buenos años de Emmanuel Sanders y Demaryius Thomas.

Solamente el tiempo comprobará si el 2017 de Keenum se trató de una llamarada breve o el principio (tardío) de otra buena carrera. El primer entrenador de Case en la NFL, Gary Kubiak, sigue formando parte de la institución de los Broncos. Además, el coordinador ofensivo de la plantilla, Bill Musgrave, es un predicador de la ofensiva West Coast, capaz de adaptar las herramientas según las capacidades de su mariscal de campo. Prueba de ello, el trabajo que hizo Musgrave en los Oakland Raiders con Derek Carr

Keenum no es una mente maestra como lo fuera Peyton Manning o Brett Favre, con quien ya ha sido prematuramente comparado. No es capaz de adaptar su ofensiva tras una clara lectura de la defensiva rival. Por ello, el éxito que pueda tener el próximo quarterback titular de los Broncos dependerá de su talento, pero también de que se realice un buen trabajo extra cancha. En cuanto a sus principales competidores por el puesto, el egresado de Houston los adelanta claramente en cuestiones de experiencia, factor que ha jugado en contra de los Broncos en las últimas dos temporadas.