Los New York Giants remontaron en el último cuarto para ganar un partido en el que siempre fueron a remolque. El gélido ambiente de Washington se convirtió en dura batalla entre dos equipos que, este invierno, están pasando más frío que de costumbre. 

Los Redskins (3-9) recibieron llegaron al día de su San Martín y pierden ya cualquier opción matemática de postemporada. Era una muerte anunciada y el momento no fue trágico, como sí lo es la temporada horrible de Robert Griffin III y compañía. Por su parte, los New York Giants (5-7) mantienen el hilo de esperanza para alcanzar los playoffs, si bien tienen que cuajar un final de temporada perfecto para conseguirlo.

Los Redskins desperdician catorce de ventaja

El encuentro comenzó con el viento muy favorable para los locales. En los primeros compases y tras una posesión larguísima, Alfred Morris encontró un hueco en la línea defensiva de New York para culminar un gran drive de los Redskins. El ataque de los Giants estaba ahogado por entonces. Robert Griffin III aprovechó la buena labor de su defensa para, gracias a buenas carreras suyas y de Morris, llegar a la zona roja de nuevo. En un difícil tercer down, Griffin III vio a Logan Paulsen y lanzó un bonito pase al centro de la endzone.

Catorce puntos abajo en el marcador, los Giants veían la noche negra. Estaba siendo el fin de su temporada después de cuatro semanas seguidas ganando y una última derrota que dolió ante los Cowboys, una decepcion más significaba la desolación. Pero entonces Andre Brown apareció para poner a New York en el partido con una tremenda carrera de 29 yardas para touchdown. Antes del descanso los Giants completarían su primer regreso al emparrillado con un drive de nueve jugadas y 81 yardas. Un pase de Eli Manning hacia Brandon Myers, para 22 yardas, puso el empate en el electrónico antes de que ambos equipos se marcharan al vestuario.

Gran actuación global de Justin Tuck

Pero el sino de los Giants era ir a contracorriente en la noche del domingo. El tercer cuarto solo tuvo la anotación de Kai Forbath que, con un field goal, volvió a poner a los Redskins por delante. En el último cuarto los Giants volverían a escena gracias, en parte, a que Justin Tuck completó sus cuatro sacks sobre Robert Griffin III. Andre Brown puso su segundo touchdown del encuentro para que los Giants se situaran cuatro arriba.

A falta de dos minutos y con tensión, porque el ovoide tocó el palo antes de entrar, Josh Brown agregó otros tres puntos para los Giants. Robert Griffin III tuvo la oportunidad de intentar el empate. Pero un extraño fumble de uno de sus receptores le devolvió la pelota a New York, que ganó el partido en esa jugada.