La paridad en el grupo fue el reflejo de los últimos juegos divisionales. La NFC Sur será la única división que lance a su franquicia clasificada con marca perdedora. Ha sido un mal año para los competidores, sobre todo en cuestiones defensivas, y, a pesar de todo, la temporada tendrá un desenlace apasionante.

Carolina ganó los dos últimos partidos y sus chances permanecen intactas, aunque la victoria de Saints ante Bears podría ser determinante. “Las Panteras” contaron con Derek Anderson como conductor por el accidente automovilístico de Cam Newton que lo marginó por el resto de la campaña. El mariscal suplente lanzó para 277 yardas, con un touchdown y ninguna intercepción. El resto del juego ofensivo fue del pateador Graham Gano, autor de 4 goles de campo, y de Greg Olsen, el receptor que atrapó para 110 yardas en 10 ocasiones.

La defensiva de Carolina tuvo algunos matices de la que el año pasado fuera bastante batalladora, pero enfrente no hubo un equipo tan competitivo, a pesar de que en varios juegos del año perdió sus compromisos por poca diferencia en el marcador. Es más, Buccaneers jugó dos tiempos suplementarios.

Con Josh McCown, Tampa Bay cuenta con un quarterback de buen potencial. Ante Carolina lanzó un pase de anotación y corrió para un touchdown por tierra, a pesar de la intercepción de Luke Kuechly. Si los juegos de NFL se definieran por touchdowns, Bucc’s hubiesen ganado, pero los goles de campo también cuentan.

Fue un juego extraño y parejo, con pocas jugadas interesantes en la zona roja. La diferencia la marcó Derek Anderson porque fue más efectivo y también los balones perdidos por Tampa. El tercer cuarto resultó decisivo con la anotación de Cotchery tras atrapar el pase de Anderson. Restan dos semanas y Panthers deberá medirse con Browns y Falcons, aunque no depende de sí mismo para clasificar.