Los Patriots llegaban al Sunday Night con el conocimiento de que sus dos máximos perseguidores por el primer puesto de la AFC habían perdido sus respectivos partidos y tenían la oportunidad de sacar ventaja de esta situación. Los Texans por su parte conocían que los Colts habían perdido, de manera muy abultada, ante los Titans y podían colocarse líderes de la división sur.

El partido comenzaba con las defensas imponiéndose mutuamente en los primeros drives hasta que Keshan Martin a pase de Tom Brady puso el 7-0 en el marcador. Los Texans contestaron rápidamente con un FG que los ponía 7-3 por debajo. En el inicio de los segundos 15 minutos Gostkowski ponía 10-3 a los Patriots que fue contestado por Novak colocando el 10-6. Las defensas volvieron a imponerse después de este tiro a palos hasta que a falta de quince segundos la conexión Gronko-Brady apareció en Houston para darle los once puntos de ventaja a los de Boston.

Después del descanso los visitantes anotaron su segundo field goal que los colocaba muy por encima de unos Texans que no loraban que su defensa, y en especial J.J. Watt, rindieran para parar a la ofensiva de los Patriots. La remontada no llegaba para los Texans aunque tuvieran ocasiones de sobra para que esta se iniciara y se consolidara. Bien la defensa de los Patriots o errores propios liquidaban estas ocasiones.

Ya en en el último periodo los Patriots liquidaron el partido con su tercer touchdown de la noche a cargo de James White que dejaba el marcador en el definitivo 27-6. Un partido que deja tocado en cierta medida a los Texans pero todavía tienen opciones para ganar la división. Los Patriots sacan un partido a Bengals y Broncos a falta de tres para la finalización de la competición.