Una polémica decision en el sorteo de la prórroga probablemente marcó el devenir del partido que enfrentó a los rivales divisionales Jets y Patriots, mientras el partido de Buffalo dejó patente el mal momento por el que pasa Dallas.

New England Patriots 20 – New York Jets 26

El partido en el que anoche se enfrento a los New England Patriots en casa de los New York Jets, probablemente no tendría demasiada historia si no fuera por una polémica decisión, aunque nunca sabremos muy bien sí por error del jugador que la vocalizó o realmente fue una decisión de la banda. De cualquier modo hay que empezar desde el principio.

Los Patriots llegaban a este partido con una ofensiva diezmada, solo con el tight end Rob Gronkowski como único elemento de confianza para Tom Brady, y frente a unos Jets con ganas de revalidar su puesto en postemporada y en el campo eso se notó, especialmente tras la lesión del left tackle Sebastian Vollmer durante la primera posesión de New England, que dejo a Brady a expensas de la defensa neoyorquina y pese a que el juego desplegado por los locales no fue mucho mejor, la ofensiva comandada por Ryan Fitzpatrick resultó mucho mas efectiva abriendo el marcador en el primer cuarto con un solitario gol de campo como único tanto.

En el segundo cuarto, una larga serie de New England pudo ayudarles a recuperar el control del partido, pero un par de jugadas de engaño, la primera un flea flicker, que finalizó con un pase largo de Brady a Gronkowski que Darrel Revis se encargó de neutralizar, seguida de una formación en Wildcat en la que Brandon Bolden asumió el control del ovoide para correr por el medio, sin ganancia alguna, dejaron claro que no era la noche de los de Nueva Inglaterra, consiguiendo un simple gol de campo para sumar a su cuenta. El ataque local se aprovecharía de esa sensación para firmar una serie mucho más agresiva en su siguiente posesión y conseguirían su primer touchdown de la noche, un pase corto de Fitzpatrick al receptor Brandon Marshall y que adelantó a los locales en el marcador antes del medio tiempo.

Tras el descanso los Patriots parecieron despertar y pese a una intercepción a Brady en la primera posesión del tercer cuarto y el posterior touchdown que conseguirían los locales los hombres de Belichick consiguieron acortar distancias, primero gracias a un gol de campo y después gracias a un fumble de Nueva York, recuperado para touchdown por Jamie Collins.

Ya en el cuarto final, Jets trataría de recuperar la ventaja perdida pero su única anotación en este último tramo sería un gol de campo, mientras que Brady consiguió conectar con James White para un pase corto de nueve yardas para touchdown que empataría el partido a 20 y que obligaría a jugar la prórroga.

Y aquí es donde el partido se puso interesante, sin ni siquiera haberse jugado un minuto, cuando el capitán Matthew Slater tras ganar el sorteo informa de que los Patriots quieren patear en vez de atacar. La decisión es tan increíble que hasta el arbitro intenta que se corrija, pero no. Slater confirma que su equipo quiere patear dándole la posesión a Jets. Por si alguien no está muy familiarizado con las reglas de la prórroga en la NFL, estas son tan simples como qué, el equipo que primero anote, ya sea touchdown o field goal, gana. Y pasó lo que la mayoría esperábamos, qué Fitzpatrick fue capaz de jugar un drive perfecto que finalizaría con un pase corto al receptor Eric Decker para touchdown. Y aquí terminó el partido.

***EDITADO*** Corrijo la explicación anterior. El equipo con la primera posesión en la prórroga debe marcar touchdown para poder declararse ganador. En caso de no hacerlo el juego continúa hasta que alguno de los equipos anota, y en este caso sí, con cualquier tipo de anotación.

Aunque posteriormente en rueda de prenda Belichick se reafirmaría en su decisión de patear, lo cierto es que fue una decisión costosa para el equipo ya qué no solo suma una derrota más al casillero de los de Boston, sino que, además, pierden la posibilidad de ser primeros en los emparejamientos de playoffs.

Dallas Cowboys 6 – Buffalo Bills 16

El partido qué enfrentó a los Dallas Cowboys a los Buffalo Bills no se puede describir de otra manera mas que de puro tramite para ambos equipos. Con unos Cowboys jugando con su tercer quarterback, Kellen Moore y unos Bills que la semana pasa perdieron a una de sus mejores opciones de ataque, el corredor LeSean McCoy, ambos equipos parecieron querer salir del partido con las menos bajas posibles.

Pese a un temprano gol de campo anotado por los de Dallas en su primer drive, ese seria el único momento del partido en el que los visitantes dispondrían de ventaja alguna. Los Bills no tardarían en adelantares en el marcado con un touchdown de carrera de Karlos Williams, aunque el kiker Dan Carpenter no consiguió anotar el extra point. Y los Cowboys se irían al descanso con el marcador igualado a seis gracias a otro gol de campo.

En la segunda mitad el ataque visitante desapareció del mapa, completamente anulado por la defensa local que supo atacar en todos sus puntos débiles. Mientras que Tyrod Taylor y los suyos consiguieron mantener la ventaja con un field goal en el tercer cuarto y un touchdown en el cuarto. Y eso fue todo lo qué necesitaron para ganar.

A destacar el juego de carrera de Bills con dos efectivos Mike Gillislee, con nueve carreras para 93 yardas y un touchdown y Karlos Williams con 17 carreras para 76 yardas y otro touchdown.

Con esta nueva derrota se complica aun mas el futuro del actual proyecto de Dallas, que ciertamente, necesita un cambio profundo urgentemente, tras dos temporadas en las que las lesiones de Romo han dejado sin rumbo al equipo. Tampoco lo tendrán fácil los Bills de Rex Ryan al no satisfacer completamente las altas expectativas creadas a principio de temporada aunque esta victoria le acerca de nuevo, a tener posibilidades de jugar la postemporada.